En 2019, luego de que fuera inaugurado el nuevo puente Pumarejo, que cuenta con un diseño a la vanguardia y se destaca como una de las estructuras atirantadas más importantes de América Latina, la antigua estructura, que llevaba el mismo nombre y era utilizada desde 1974, quedó en completo desuso.
No obstante, su demolición se convirtió en un verdadero dolor de cabeza, que a la fecha tiene un costo aproximado de $104.000 millones, solo la parte central de la estructura.
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Para ello, la ministra de Transporte, María Constanza García, confirmó que el Gobierno nacional aportará $50.000 millones para financiar parte de esa demolición, mientras que la Gobernación tendrá que gestionar el resto de los recursos y de esta forma dar vía libre al paso de buques hacia la zona portuaria del municipio de Malambo.
El importante anuncio lo dio a conocer durante la última jornada de la Feria de Economías para la Vida (FEV), el viernes 4 de octubre, en Barranquilla, donde contó detalles de lo que se necesita para iniciar con la demolición. “Ya se adelantaron los estudios para hacer la demolición, debe ser controlada y venimos con la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) para verificar los permisos que se requieren. Es una inversión cercana a los $104.000 millones dónde vamos a estar demoliendo la longitud central”, expuso la ministra.
Agregó que se trata de 400 metros de estructura que se destruirán, mientras que los extremos del viejo puente se utilizarían para la realización de actividades culturales.
Las trabas para dar paso a la demolición del antiguo puente Pumarejo
Es de destacar que, han sido reiterados los llamados de la Asociación Portuaria para que se avance en el proceso de demolición del antiguo puente Pumarejo, pues de esta forma se impulsaría la competitividad de Barranquilla, así como el desarrollo económico y social de los municipios aledaños al río Magdalena. “Ya están los estudios y se conoce el costo, ahora es cuestión de voluntad para avanzar en este proyecto”, indicó Lucas Ariza, líder de Asoportuaria, en mayo de 2024.
Por su parte, Néstor Escorcia, presidente de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, planteó la urgencia de desmontar la vieja estructura del puente. En declaraciones a W Radio, Escorcia destacó que el antiguo puente está impidiendo el paso fluido de embarcaciones de gran calado, afectando la logística y el comercio de la región. “Si construimos un puente más alto para que pasaran embarcaciones de mayor calado, nada hacemos con un puente sobre el canal de acceso que impide el paso de esas embarcaciones”, explicó Escorcia.
El ejecutivo también criticó la planificación inicial del proyecto, señalando la falta de previsión por parte del Ministerio de Transporte al no incluir la demolición del puente antiguo en los planes y diseños originales. Según el ingeniero, “debió haber sido paralelo el desmonte del viejo puente, con la construcción del nuevo puente. Apenas se terminaron las obras del nuevo puente, debió haber comenzado o saber qué íbamos a hacer con el viejo”.
Sobre el puente Pumarejo, inaugurado en 2019
El llamado nuevo Puente Pumarejo, construido por Sacyr, contó con una inversión cercana a los $730.000 millones. Tiene 2.173 metros de longitud y 38,10 metros de ancho, con tres carriles por sentido, andenes y una ciclorruta.
Su altura, con un gálibo de 45 metros, permite la navegación de grandes embarcaciones. Se destaca el uso de una autocimbra especial de 1.500 toneladas, y la generación de más de 1.500 empleos, incluyendo un 35% de mujeres en su administración.
Además, el puente cuenta con iluminación LED y ornamental, pasarelas peatonales y acceso al corredor portuario, con lo que se busca mejorar la conectividad del sector. Los pilotes de 65 metros de profundidad y pilonos de 131 metros son los más grandes del país. Pese a todas las características, no se le ha sacado el máximo provecho por la falta de demolición del antiguo puente.