Un análisis reciente encargado por la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo) y elaborado por la firma Imzacom advirtió sobre las posibles consecuencias del proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro, que está en trámite en el Congreso de de la República, para el sector de las estaciones de gasolina (o estaciones de servicio - EDS- ).
Según el informe, de aprobarse la reforma, los costos operativos de las estaciones podrían aumentar hasta un 28,45%, lo que podría llevar a una serie de efectos negativos, como la pérdida de empleos y un aumento de la informalidad.
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El estudio, que circula entre propietarios y administradores de estaciones, señala que la reforma podría incentivar la automatización de las estaciones y reducir los horarios de atención. Además, se prevé un desestimulo en la inversión e innovación dentro del sector minorista de combustibles.
La preocupación en el sector es bastante notable, ya que los cambios en las políticas laborales podrían obligar a los propietarios de las estaciones a ajustar las operaciones para compensar los impactos económicos. La posibilidad de un incremento en la informalidad es uno de los puntos más críticos mencionados en el informe, lo que podría afectar la estabilidad laboral de muchos trabajadores en el sector.
El documento también destaca que, de aprobarse la reforma, las estaciones podrían enfrentar desafíos importantes para mantener su nivel actual de servicios. Esto podría llevar a cabo una reestructuración del mercado minorista de combustibles en Colombia.
Los distribuidores minoristas de gasolina expresaron su desazón y la necesidad de ajustes en el mercado para contrarrestar los impactos previstos. De acuerdo con el informe, y teniendo en cuenta que ya la Cámara de Representantes aprobó que la jornada diurna sea de 6:00 a. m. a 7:00 p. m. y la nocturna sea de 7:00 p. m. a 6:00 a. m. (en la actualidad es de 9:00 p. m. a 6:00 a. m.,) la reforma generaría un incremento de más de $347.000 millones para estas empresas.
Exactamente, impactaría al sector de la siguiente manera:
- Costo de un operario al mes: $2.080.000.
- Costo de 50.000 operarios de 6.153 estaciones: $1.248.000.000.000.
- Costo por el cambio de la jornada: $307.157.760.000.
- Recargo por la reforma: $47.836.550.000.
- Incremento total: $354.994.310.000.
- Variación: 28,45%.
De igual manera, expusieron los siguientes consecuencias:
- Aumento de informalidad en el sector minorista.
- Posible automatización de las estaciones de servicio.
- Disminución de horarios en las EDS.
- Pérdida de empleos.
De igual manera, expusieron las siguientes consecuencias:
En cuanto a lo que se requiere para que el sector asuma el costo de la reforma laboral, se dio a conocer lo siguiente:
- Competencia justa en igualdad de las condiciones de las EDS.
- Un precio piso o de referencia que garantice la sostenibilidad de las EDS.
- Ajuste al margen minorista que compense los costos asociados de reglamentaciones técnicas, operativas, tributarias y ambientales de los últimos cinco años.
- Simplificación de la excesiva carga normativa y de control.
Más preocupaciones de las EDS
Anteriormente, el vocero nacional de Fendipetróleo, José Alberto Arias, había dicho que preocupa el ajuste que propone la reforma laboral en cuanto al incremento en los valores de las horas nocturnas, extras y los dominicales, teniendo en cuenta que la distribución de los combustibles se desarrolla 24 horas, los siete días de la semana y los 365 días del año.
“El sector de la distribución minorista de combustibles no está en la capacidad de asumir este incremento en los costos operativos. Nos preocupa que se afecten las más de 50.000 plazas laborales que se generan en las 6.153 estaciones de servicio que tenemos en todo el territorio, lo que se traduce en $2.300 millones mensuales en sobrecostos para el sector”, indicó el vocero gremial.
Arias precisó que el sector teme que con las pretensiones del Gobierno nacional, por medio de la reforma laboral, se genere un fenómeno como el de años anteriores con la pandemia del covid-19 y el estallido social que motivó el paro nacional de 2021, cuando las estaciones de servicio se vieron obligadas a ejecutar reestructuraciones de la planta de trabajadores, ante la drástica reducción de los usuarios.
Dijo que Fendipetróleo solicitó al Gobierno nacional que establezca un diálogo directo con el sector, en aras de establecer unas mesas de trabajo frente a las políticas públicas que se impulsan, teniendo allí la posibilidad de exponer las afectaciones que la reforma laboral y otras normativas que se generan para el sector distribuidor de combustibles de Colombia.