La magnitud y la intensidad de los sismos son conceptos que a menudo se confunden, pero tienen significados distintos y específicos.
Según Flover Rodríguez-Portillo, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (Acgpe), la magnitud de un terremoto se refiere a la cantidad de energía liberada durante el evento sísmico. En contraste, la intensidad mide el grado de destrucción que el terremoto puede causar en una determinada área.
La confusión entre estos términos es común tanto entre el público general como en los medios de comunicación. La magnitud es una medida cuantitativa que se obtiene a partir de datos sismográficos y se expresa en una escala logarítmica, como la escala de Richter. Esta escala permite comparar la energía liberada por diferentes terremotos, independientemente de dónde ocurran.
Por otro lado, la intensidad se evalúa de manera cualitativa y varía según la ubicación geográfica y las condiciones locales. Se mide utilizando escalas como la de Mercalli, que considera los efectos visibles y el daño estructural en las áreas afectadas.
La intensidad puede diferir significativamente de un lugar a otro, incluso para un mismo evento sísmico, debido a factores como la distancia al epicentro, la profundidad del sismo y las características del suelo.
Luego del sismo con magnitud 5.7 que sacudió gran parte del país el pasado 28 de mayo, con epicentro en Los Santos, Santander, que causó la evacuación en edificios y la publicación de cientos de reacciones de internautas, pone en la lupa nuevamente este municipio que, según el Sistema Geológico Colombiano (SGC), es el epicentro de aproximadamente el 60 % de los sismos ocurridos en el país, pero ¿por qué?.
El país ha vivido un año muy movido por cuenta del alto número de sismos que ha registrado el Servicio Geológico Colombiano en 2023. Y es que, en el transcurso del jueves 17 de agosto, varios temblores ocasionaron una serie complicaciones en la infraestructura de algunas edificaciones y a su vez costó la vida de una persona.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) desempeña un papel crucial en la protección de la población frente a desastres naturales mediante un sistema de monitoreo sísmico y volcánico.
Con un total de 339 estaciones sísmicas distribuidas por todo el país, el SGC puede analizar en tiempo real los eventos sísmicos y volcánicos, lo que proporciona información esencial para la toma de decisiones en materia de protección civil y planes de emergencia.
La Red Sísmica Nacional, compuesta por 206 estaciones, está estratégicamente ubicada para cubrir el territorio colombiano. Estas estaciones permiten al SGC vigilar de cerca los movimientos telúricos, lo que es fundamental para mitigar los riesgos asociados a los terremotos.
Además, el monitoreo constante de los volcanes activos se realiza a través de 133 estaciones sísmicas adicionales, integradas en tres observatorios vulcanológicos y sismológicos. Esta infraestructura es vital para la vigilancia y prevención de desastres relacionados con la actividad volcánica.