Accidente en Cartagena: conductor se quedó dormido y terminó volcado en la playa

Los microsueños siguen cobrando víctimas en calles y carreteras, y esta vez, el turno fue para el conductor de un vehículo Kia Picanto, que en las primeras horas del miércoles terminó volcándose en los espolones de las playas de Marbella, ubicada sobre la avenida Santander, en Cartagena.

Así lo dieron a conocer a través de videos e imágenes impresionantes compartidas en redes, en las que se ve el vehículo, destruido por todas partes, mientras que personal de Bomberos intenta retirarlo del lugar.

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“De Agua Mala a Café del Mar, aquí en frente de la salida... como que estaba buscando echarse un chapuzón el carro este”, se escucha decir a uno de los locales que, cuando se dirigía a trabajar, fue sorprendido por el accidente.

Versiones preliminares sugieren que el conductor habría tenido un microsueño y terminó golpeando las rocas, aunque también empieza a cobra fuerza la hipótesis de que se accidentó cuando intentaba sobrepasar a otro vehículo.

Sin embargo, dicha información aún está por verificar, pues, cuando llegaron los organismos de rescate al sitio se encontraron con que no había nadie dentro del carro; por lo que, se sugiere, habría salido ileso o con golpes leves.

Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el último año antes de la pandemia se registraron en el país 512 siniestros viales de gravedad debidos al exceso en horas de conducción. De estos accidentes, 107 resultaron en personas lesionadas, 28 en fallecidos y 377 en daños materiales. Los momentos más propensos para la aparición de micro sueños al volante se presentan durante la madrugada, entre las 2 y las 5 de la mañana, así como en las primeras horas de la tarde, entre las 2 y 4 de la tarde, de acuerdo con las cifras oficiales.

Un micro sueño se caracteriza por durar solo unos segundos en los que el cerebro parece “desconectarse”. Aunque estos episodios suelen ser breves, son altamente peligrosos, ya que un conductor que tenga un micro sueño mientras conduce a 80 kilómetros por hora podría recorrer 45 metros sin ningún tipo de atención ni capacidad de reacción. Este fenómeno incrementa significativamente el riesgo de sufrir un siniestro vial.

Para evitar los micro sueños, la Agencia Nacional de Seguridad Vial ha compartido cinco recomendaciones esenciales, especialmente dirigidas a los transportadores de carga y el servicio público de pasajeros, quienes habitualmente realizan trayectos largos:

1. Descansar: Dormir bien, al menos durante dos días antes de emprender un viaje largo, por un periodo promedio de 8 horas cada noche, es crucial. La falta de sueño reduce la capacidad de concentración, incrementa los tiempos de respuesta ante situaciones imprevistas y puede llevar a tomar riesgos innecesarios. Además, la falta de descanso tiende a aumentar la irritabilidad durante la conducción.
2. Comer bien: La somnolencia que aparece después de comer se debe a que el sistema digestivo necesita una gran parte del flujo sanguíneo para procesar la comida, disminuyendo la energía disponible para el cerebro y los músculos. Alimentos como el arroz blanco, por su alto índice glucémico, pueden causar somnolencia tres o cuatro horas después de ser consumidos. En general, aquellos con un alto contenido de grasas saturadas, carbohidratos y azúcares pueden desencadenar un micro sueño.
3. Hacer pausas activas: Es recomendable hacer una pausa activa cada 2 horas de recorrido o cada 200 kilómetros. Durante estas pausas, se debe realizar estiramientos, tomar un café o una botella de agua. Se sugiere que estas pausas duren entre 5 y 15 minutos y se realicen en espacios seguros.
4. Tener un entorno adecuado: Para mantener la atención del conductor, es útil tener la radio encendida con música alegre, o contar con un acompañante para sostener una conversación amena. Además, se deben evitar las temperaturas cálidas que generen una sensación de relajación que pueda resultar peligrosa.
5. Reconocer indicios fisiológicos: Antes de un micro sueño, el cuerpo emite señales. Entre los signos más comunes se encuentran el pestañeo frecuente y lento, la dificultad para sostener la cabeza erguida (cabeceo), los bostezos recurrentes y la visión borrosa.