Alcalde Galán calificó de injustas las tarifas actuales para el uso de agua industrial en Bogotá y anunció medidas

Bogotá enfrenta un desafío significativo en la gestión del uso del agua subterránea por parte de grandes empresas, según declaraciones del alcalde Carlos Fernando Galán. Desde la implementación de un decreto en 2017, las tarifas por el uso de este recurso han disminuido drásticamente, pasando de 880 millones de pesos anuales a menos de 25 millones, lo que ha generado preocupaciones sobre la equidad y sostenibilidad del sistema.

El alcalde Galán, en una entrevista con Caracol Radio, destacó que la estructura tarifaria actual no solo es injusta, sino que también desincentiva el uso eficiente del agua por parte de las industrias. En la capital del país existen actualmente 64 concesiones para la extracción de aguas subterráneas, de las cuales solo una fue otorgada por la actual administración local. Estas concesiones permiten a las industrias utilizar agua subterránea en lugar de agua potable de la red de la ciudad, lo que alivia la presión sobre el sistema general.

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Asimismo, la reducción de tarifas desde 2017 ha tenido un impacto significativo en los ingresos de la ciudad por el uso del agua subterránea. Esta caída en los ingresos ha llevado a la administración a considerar una revisión de las tarifas para asegurar que las grandes empresas contribuyan adecuadamente al costo del suministro de agua. Galán enfatizó la necesidad de revisar estos montos para garantizar que las tarifas sean justas y reflejen el verdadero costo del recurso.

Además de la revisión de tarifas, el alcalde mencionó otras medidas complementarias para asegurar el suministro de agua en Bogotá en los próximos meses, aunque ninguna es considerada una solución definitiva. Entre ellas se incluye la optimización de las plantas de tratamiento de agua y la consideración de medidas adicionales de restricción si los niveles del sistema Chingaza bajan al 36% de su capacidad.

Otra de las medidas en evaluación es la captación de agua subterránea. Actualmente, se extraen 6.000 metros cúbicos diarios, lo que representa apenas el 0,46% del consumo diario de la capital. El funcionario señaló que esta cantidad es insuficiente para resolver la crisis, por lo que se estudia la posibilidad de aumentar la captación y los costos asociados al tratamiento de estas aguas. “El racionamiento es para los próximos meses. De la crisis de agua, en el largo plazo, puede ser una fuente, parte de la solución; no creo que sea la solución, pero hay que estudiar el impacto que esto tendría, la capacidad”, señaló.

De igual manera, el alcalde destacó los esfuerzos por optimizar las plantas de abastecimiento de agua de la ciudad. Desde principios de año, se aceleró la optimización de la planta de Tibitoc, lo que ha permitido reducir la dependencia del Sistema de Chingaza, principal fuente de agua para la capital colombiana. Actualmente, se extrae el 50% del agua de Chingaza, en comparación con el 70% que se extraía anteriormente.

Además, la planta de Tibitoc ha incrementado su participación en el abastecimiento de agua de la ciudad, proporcionando ahora el 45% del agua de Bogotá, un aumento significativo respecto al 25% que suministraba anteriormente. En efecto, esto ha permitido disminuir la presión sobre los sistemas de embalse que abastecen a la capital. El alcalde Galán reiteró que estas medidas requieren un análisis detallado de su impacto y sostenibilidad a largo plazo para enfrentar la crisis de agua en Bogotá.

En este contexto, la situación actual plantea un desafío para la administración local, que busca equilibrar la sostenibilidad del recurso hídrico con las necesidades industriales de la ciudad. La revisión de las tarifas y la implementación de medidas complementarias son pasos críticos para asegurar un uso equitativo y eficiente del agua subterránea en Bogotá.