Así fue el sorpresivo encuentro con un hipopótamo de pescadores del Magdalena Medio

El hipopótamo común o Hippopotamus amphibius, la segunda herencia maldita del narcotraficante Pablo Escobar para Colombia, sigue siendo un problema de “grandes proporciones” para las autoridades ambientales y quienes viven a orillas del río Magdalena.

Su imponente tamaño y majestuosidad parecen disfrazar los peligros de esta especie, pero, en realidad, sigue siendo, después del mosquito, el segundo animal que más muertes causa en el continente africano.

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De ahí que entidades como Corpoboyacá insistan en que, al tener un encuentro cercano con estos ejemplares, no hay que intentar “acercárseles, atacarlos o capturarlos, pues ellos defenderán su territorio con mucha agresividad, poniendo la vida de cualquiera en peligro”.

Aunque, con 160 ejemplares en Colombia, es bastante probable que lugareños, pescadores e, incluso, turistas reporten avistamientos, como el ocurrido en el Magdalena Medio a finales de septiembre en 2024.

Sus ocupantes le advirtieron al lanchero que no se acercara, pero aun así lograron observarlo a lo lejos, al bajar la velocidad y grabar el encuentro con sus teléfonos celulares para luego compartirlo en redes.

Una idea que dejó al descubierto el evidente malestar de algunos colombianos con el problema de los hipopótamos: “Deben ser tratados como toda especie invasora, antes de que sea demasiado tarde”, “Parece que el hipopótamo escuchó que había fiesta en el río”, “Va a extinguir las especies nativas”, “Viva la naturaleza libre, todos podemos vivir sin matarnos entre nosotros”, “Hasta el día de hoy se mantiene en pie el legado de Pablo y el Estado inoperante”.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó, entrado septiembre (2024), a las autoridades ambientales la adopción de medidas para la erradicación de los hipopótamos introducidos ilegalmente en Colombia por el narcotraficante Pablo Escobar, siguiendo el consenso de la comunidad científica, que ha analizado durante años su impacto ambiental.

Este fallo se da luego de que un demandante denunciara la falta de medidas efectivas para controlar la población de hipopótamos en la subregión del Magdalena Medio en Antioquia, donde la presencia de estos animales amenaza a la biodiversidad local, afectando a especies nativas como nutrias, tortugas, manatíes y bagres rayados, entre otros, según se argumentó en la demanda.

“La falta de intervención oportuna y eficaz pone en riesgo no solo el equilibrio de los ecosistemas locales, sino también los derechos constitucionales de las comunidades aledañas de disfrutar de un ambiente sano”, manifestó el demandante. Los estudios han demostrado que la presencia de estos animales, que originalmente llegaron a la Hacienda Nápoles en 1979, ha generado un grave desequilibrio ecológico, transformando la región en un entorno propicio para su reproducción ante la falta de sequías y otros factores limitantes.

En cuanto a las acciones ordenadas, se establece que el Ministerio de Ambiente deberá reglamentar, en un plazo de tres meses, las medidas de erradicación, que incluyen la caza de control y la esterilización. Dichas acciones deberán ser llevadas a cabo por las autoridades ambientales de cada jurisdicción, con pautas y lineamientos específicos que consideren los principios de equilibrio ecológico, bienestar animal y prohibición de tratos crueles.

Los programas de reubicación y esterilización serán financiados por el Estado. Además, la Alcaldía de Puerto Triunfo deberá negociar con el Parque Temático Hacienda Nápoles para ampliar la capacidad de este lugar a fin de recibir más hipopótamos. En caso de que no sea posible, el municipio deberá modificar o terminar unilateralmente el contrato con la sociedad responsable para garantizar la ampliación de la capacidad de la Hacienda Nápoles y así asumir la custodia de un mayor número de hipopótamos.

El tribunal también ha establecido que, si no se toman medidas, la población de hipopótamos podría superar los 1.000 ejemplares para 2035, debido a la dificultad y el tiempo que implica la esterilización de estos animales frente a la velocidad con la que se reproducen. A diferencia de otras especies exóticas que trajo Escobar, su erradicación es compleja y costosa, y la esterilización presenta un alto riesgo tanto para los animales como para quienes realizan el procedimiento.