El nombramiento de Gregorio Eljach como nuevo procurador General de la Nación fue interpretado como un significativo gesto de acercamiento entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Según el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, esta designación simboliza “una bandera blanca” del Gobierno hacia el Legislativo, al evidenciar la intención de fomentar una colaboración institucional y superar las tensiones que han marcado la relación entre ambos poderes en el pasado.
Durante una conferencia de prensa tras la elección del sucesor de Margarita Cabello, en la cabeza del Ministerio Público, que asumirá el cargo en enero de 2025, Juan Fernando Cristo resaltó el papel conciliador que se espera que desempeñe el nuevo procurador en el contexto del proyecto de acuerdo nacional impulsado por el Gobierno de Gustavo Petro.
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“El discurso, en el que (Gregorio Eljach) acepta la decisión del Senado, plantea el papel que puede cumplir el nuevo procurador en facilitar el entendimiento, los acuerdos en torno a distintos temas de la agenda nacional. Yo creo que será un factor importante de consenso y contribuirá mucho a impulsar el acuerdo nacional que está planteando el Gobierno”, indicó Cristo para los diferentes medios de comunicación.
Indicó que: “Yo creo que esta elección, de alguna manera, lo dijimos en la postulación de Gregorio Eljach, es una bandera blanca del poder Ejecutivo al Congreso, es un mensaje muy claro de que estamos convencidos de que el camino es el entendimiento, concertación y no confrontación”.
“Yo creo que la elección de Gregorio Eljach como procurador le garantiza al país un jefe del Ministerio Público que dé tranquilidad institucional y ofrezca garantías a todos los sectores de la sociedad colombiana, más allá de los partidos políticos”, afirmó el ministro del Interior.
El ministro Cristo mencionó además el papel que desempeñará el nuevo procurador en impulsar el Acuerdo Nacional —una propuesta que surgió tras la iniciativa del presidente Gustavo Petro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente—, al resaltar que su nombramiento no solo contó con el apoyo de los partidos políticos, sino que tiene el potencial de establecer vínculos con otros sectores esenciales de la sociedad.
“Va a contribuir mucho a impulsar el Acuerdo Nacional que está planteando el Gobierno Nacional, no solamente con las fuerzas políticas aquí representadas que lo eligieron, sino también con las organizaciones sociales y comunitarias, con los empresarios y los gremios, y con los gobernadores y alcaldes del país”, añadió.
Uno de los interrogantes clave tras la elección de Gregorio Eljach es si el nuevo procurador mantendrá la línea sancionatoria que caracterizó a sus predecesores, como Margarita Cabello, Fernando Carrillo y Alejandro Ordóñez, o si adoptará un enfoque alineado con la posición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que cuestiona las atribuciones de la Procuraduría para destituir a funcionarios elegidos por voto popular.
Este cuestionamiento se hizo particularmente evidente en el caso del presidente Gustavo Petro, que fue destituido de su cargo de alcalde de Bogotá en 2013 por el entonces procurador Alejandro Ordóñez, una decisión que fue anulada posteriormente por la Cidh al considerar que la Procuraduría, como órgano administrativo, carecía de autoridad para imponer sanciones de tipo penal.
Sobre este asunto, el ministro Juan Fernando Cristo reconoció que aún no hay una discusión específica con Gregorio Eljach respecto al fallo del organismo, aunque dejó claro que el tema formará parte de un diálogo más amplio: “El Gobierno tiene una posición frente a eso, la Corte Constitucional ha sido reiterativa en su jurisprudencia, hay diversidad de opiniones en el Consejo de Estado. Sobre ese tema no ha habido una conversación con el nuevo procurador, pero, obviamente, será parte de ese diálogo hacia el futuro”.