Carlos Hernán Rodríguez Becerra, contralor General de la República de Colombia, advirtió sobre una inminente crisis energética en el país debido al agotamiento acelerado de las reservas de gas y petróleo. Durante su intervención en la VII Cumbre del Petróleo, Gas y Energía en Cartagena, Rodríguez destacó la urgencia de adoptar medidas regulatorias para incentivar la exploración de nuevos yacimientos.
El contralor resaltó que, aunque Colombia actualmente mantiene una autosuficiencia energética, las reservas están disminuyendo rápidamente. De acuerdo con Rodríguez, recientes descubrimientos de campos como Uchuva 2, Orca y Gorgón, ubicados en el offshore de la Costa Caribe, representan una esperanza, pero no son suficientes sin un marco regulatorio que facilite y estimule la exploración de nuevas áreas.
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La falta de incentivos para la exploración de nuevas reservas de gas y petróleo pone en riesgo la autosuficiencia energética del país. Rodríguez enfatizó que Colombia tiene pocos años para revertir esta tendencia y evitar una crisis mayor. Además, mencionó que las regalías por la explotación de hidrocarburos, que en 2023 alcanzaron los $9 billones, están en riesgo. Estas regalías son cruciales para la financiación de proyectos de desarrollo regional.
Asimismo, Carlos Rodríguez también señaló que la dependencia de regalías en territorios como La Jagua de Ibirico, en el departamento del Cesar, es una espada de doble filo. A pesar de haber recibido más de $600 mil millones en proyectos desde 2012, los beneficios han sido escasos, dejando a las comunidades sin un desarrollo económico sostenible. La salida de empresas como Prodeco, que cesó sus operaciones mineras en la región, ha agravado la situación, con una pérdida anual de regalías de $20 mil millones y el desempleo de 5.000 personas.
El contralor advirtió que el agotamiento de las reservas no es el único problema: “Colombia ya está al límite. Lo que producimos apenas alcanza para cubrir la demanda interna y hemos comenzado a importar combustibles para suplir los faltantes”, afirmó el contralor. La creciente demanda de combustibles, especialmente gasolina, está poniendo en tensión la capacidad de producción interna.
Colombia ha comenzado a importar combustibles para suplir los faltantes, lo que pone en riesgo la autosuficiencia en combustibles. Rodríguez, a su vez, destacó la situación del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), que ha sido recurrentemente deficitario, y recomendó evitar seguir subsidiando el precio de los combustibles.
Otro punto crítico abordado fue el riesgo de un apagón en el país. Los atrasos en los nuevos proyectos de generación eléctrica, junto con la creciente escasez de gas y problemas en la Refinería de Cartagena, están llevando al país al borde de una crisis eléctrica. El contralor señaló que la situación de vulnerabilidad es alarmante y que se deben tomar medidas urgentes para garantizar la estabilidad de la red energética.
En este contexto, el contralor enfatizó que, aunque el Gobierno está impulsando una transición hacia energías renovables, este proceso no debe poner en peligro la seguridad energética del país. Destacó que la transición debe ser gradual y planificada, ya que la matriz energética de Colombia ya es mayoritariamente limpia, con el 70% de la energía eléctrica proveniente de recursos hídricos.
Finalmente, Rodríguez volvió a referirse a la importancia de las regalías para el desarrollo territorial. A pesar de que estos recursos deberían impulsar el crecimiento en las regiones más afectadas por la explotación de recursos naturales, muchos proyectos financiados con regalías no han tenido el impacto esperado. Propuso fortalecer las capacidades de los entes territoriales en la gestión de proyectos e implementar mecanismos de participación comunitaria para garantizar el uso eficiente de los recursos de las regalías.