La salud mental de los niños, niñas y adolescentes en Colombia preocupa, y más luego de conocerse un infortunado caso en el que una menor de 13 años murió luego de caer por una de las ventanas del décimo piso de un conjunto de apartamentos, en el municipio de Madrid, Cundinamarca.
Según lo que informaron las autoridades y medios locales de forma preliminar, este lamentable suceso se reportó la tarde del martes primero de octubre de 2024 por el sector de La Prosperidad.
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Tras escuchar el topetazo de forma súbita, los vecinos del conjunto residencial salieron a observar qué había sucedido, y se encontraron con la adolescente inconsciente, por lo que de inmediato notificaron a las autoridades y llamaron una ambulancia.
Por este motivo la joven alcanzó a ser trasladada hasta el hospital Santa Matilde, en Madrid, pero el esfuerzso de los médicos fue en vano, dado que minutos después se confirmó su deceso por cuenta de las múltiples fracturas y lesiones que sufrió la adolescente tras impactar contra el suelo.
Según datos del Ministerio de Salud, los intentos de suicidio han aumentado un 25% desde el inicio de la pandemia de covid-19.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado que, mientras la tasa de mortalidad por suicidio ha disminuido en otras regiones del mundo, en América Latina ha ido en aumento, subrayando la necesidad urgente de priorizar la prevención del suicidio en la región.
El Ministerio de Salud de Colombia reveló que el grupo más afectado por este incremento son los jóvenes de entre 6 y 11 años, lo que ha generado una alarma entre los profesionales de la salud y las autoridades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha destacado que, por cada suicidio consumado, muchas más personas intentan quitarse la vida o sufren ideas suicidas graves.
La situación en Colombia refleja una tendencia global preocupante. Según la OMS, más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año, y un alarmante 77% de estos casos ocurren en países de ingresos bajos y medios. La pandemia ha exacerbado problemas preexistentes de salud mental, aumentando la incidencia de trastornos como la depresión y la ansiedad.
El Ministerio de Salud ha implementado varias estrategias para abordar esta crisis, incluyendo campañas de concienciación y programas de apoyo psicológico. Sin embargo, los expertos insisten en que se necesita un enfoque más integral que incluya la educación, la intervención temprana y el acceso a servicios de salud mental de calidad.
La OPS ha instado a los gobiernos de la región a adoptar medidas más efectivas para prevenir el suicidio, incluyendo la formación de profesionales de la salud en la identificación y tratamiento de personas en riesgo, así como la promoción de políticas públicas que aborden los factores sociales y económicos que contribuyen a la crisis de salud mental.