Santiago Cruz, uno de los mentores del concurso musical La descarga que estrenó nueva temporada el 30 de septiembre en el Canal Caracol, es reconocido no solo por su talento sino también por sus experiencias de vida.
Este programa brinda oportunidades a músicos profesionales que, a pesar de su talento, aún no han logrado brillar como esperan. En la primera temporada, Cruz obtuvo el premio cuando una de sus pupilas, Stefany Zabaleta, ganó el concurso. Con 48 años, este artista oriundo de Ibagué, Tolima, está decidido a retener el título en la versión 2024 del formato.
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En una charla con la revista Vea, Santiago Cruz destacó que lo que más le conmueve no es precisamente lo musical, sino un aspecto más personal.
“Más que lo musical, me conmueve la transformación emocional, personal de los participantes. Ver cómo llegan con el espíritu apagado, pero con las subidas al escenario, su espíritu se va inflando”, confesó el artista.
Para Santiago, la música es mucho más que una industria; es una terapia y una herramienta para la gestión emocional.
Cruz reveló durante la entrevista que “Hago música porque estoy roto”. Este sentimiento de fragilidad lo impulsa a utilizar la música como un medio de sanación personal.
“La música me ayuda a rearmarme a través de cada canción, y tengo la fortuna de que lo que hago le ha gustado a otras personas y eso me permite pagar arriendo, pagar el colegio de mis hijos. Pero ese nunca fue el objetivo”, confesó.
Cruz también admitió que hay heridas que prevalecen, como la ausencia de su padre, una ausencia con la que trabaja permanentemente. El artista considera que la música abarca todas las emociones del ser humano y debe reflejar no solo diversión y entretenimiento, sino también reflexión, introspección y crítica social.
Al recordar sus propias luchas por alcanzar el éxito, Santiago Cruz rememoró una de sus épocas más difíciles. “Sacamos el primer disco y estuvo bien, pero el segundo no le fue para nada bien. Mi mamá me había preguntado ‘¿mijo, hasta cuándo lo va a intentar?’. Prometí intentarlo hasta los 30″. Sin embargo, a pesar de haber alcanzado un modesto reconocimiento con su primer trabajo discográfico, el fracaso del segundo álbum lo dejó sin dinero y en una situación complicada.
Trabajar en construcción en Valencia. España
En ese periodo, mientras estaba en España, Santiago se encontró en una disyuntiva crucial en su carrera musical. “Me había ido para España, me quedé allá sin plata, sin nada. Me estaba quedando en casa de amigos que me hospedaban”, recuerda. En ese momento, Cruz decidió buscar trabajo en la construcción. “Ya tenía un puesto llevando escombros de una obra en construcción a la escombrera en Valencia, España; empezaba el 4 de enero.”
Aunque cuando la situación parecía insostenible, Cruz experimentó un giro inesperado. “El universo, Diosito, como lo quieras llamar, abrió la llave y dijo ‘el disco va a pasar’”. Santiago recibió una llamada de alguien dispuesto a invertir en su carrera, cambiando radicalmente su destino. Al año siguiente, lanzó Cruce de Caminos, un álbum que marcó un renacimiento en su carrera y que se considera uno de los más importantes entre los ocho que ha producido hasta la fecha.
Al reflexionar sobre su participación en La Descarga, Cruz confesó que, de haber estado en una situación similar a la de los participantes hace años, probablemente no se hubiera presentado por temor al rechazo. Sin embargo, ahora entiende el valor del programa y el impacto transformador que puede tener en los artistas emergentes, gracias a su propia capacidad de sanar y recomponerse a través de su música.
Cruz, siempre reflexivo y consciente de su trayectoria, sigue figurando como un ejemplo de perseverancia y humildad, dispuesto no solo a seguir creciendo, sino también a ayudar a otros a descubrir y alcanzar sus sueños.