Procuraduría ordenó investigación en contra de David Racero por presuntos abusos a los miembros de su UTL

David Racero Mayorca, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, fue señalado de pedirle a una asesora de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) parte de su salario; además de poner a atender un mercado de frutas y verduras a otro de sus colaboradores, y de gestionar puestos en una entidad oficial.

El nuevo escándalo político de corrupción y clientelismo estalló el fin de semana tras unas publicaciones que muestran mensajes de WhatsApp en los que el congresista, uno de los líderes clave del petrismo, estaría pidiendo ese dinero. Sin embargo, el representante Racero ha negado actuar de manera irregular y pidió a la Corte Suprema y la Procuraduría lo investiguen.

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La procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, anunció una investigación preliminar en su contra. Con el desarrollo de esta etapa procesal y la solicitud de pruebas hecha por el órgano de control se pretende “verificar los hechos denunciados, determinar si son constitutivos de falta disciplinaria; y definir si el servidor actuó o no al amparo de una causal de exclusión de responsabilidad”, puntualizó la Procuraduría en un comunicado.

En ese sentido, la Sala Disciplinaria de Instrucción indicó que, “según información publicada en medios de comunicación, el congresista habría pedido a una de sus asesoras parte de los ingresos que devengaba en su momento”, haciendo referencia a las publicaciones del periodista Daniel Coronell, que reveló un chat de 2019 entre el representante Racero y Estefanía Montoya, exmiembro de su UTL.

“Cuánto es lo del mes?”, pregunta Racero. “Hola David, ayer te llamábamos con Yidis [su esposo] para eso. Cada mes me pagan $8.158.000. Le doy a Yidis $3.500.000. Yo tomo $4.300.000. Quedan $358.000″, le respondió Montoya”, se lee en el artículo publicado en Los Danieles de Revista Cambio.

Para justificar el intercambio, Racero dijo al periodista que él y Montoya se prestaban dinero con frecuencia, mientras que la asesora dio su propia versión “Ella aseguró que no sabía si el WhatsApp era auténtico, pero que en todo caso el dinero de esas transacciones no salía de su sueldo”.

En defensa del congresista, Montoya publicó un comunicado en el que lo describe como un amigo, con quien trabajó hace una década durante la alcaldía de Gustavo Petro en Bogotá y se distanció de él hace un año para perseguir otros proyectos profesionales. A propósito, dijo que nunca le pidieron una coima, asegurando que el chat descontextualizado se refiere a un préstamo de dinero.

Del mismo modo, el expresidente de la Cámara de Representantes, al parecer, impartió órdenes a otro de sus subalternos, Leonardo García, que igualmente hacía parte de su UTL, para que se apartara de sus deberes funcionales y atendiera un mercado de frutas y verduras, negocio particular en la zona de Villa Luz del cual era propietario.

“David, qué pena molestar otra vez, pero usted me va a seguir enviando al Fruver o fue hasta hoy”, preguntó el asistente legislativo García”.

Racero Mayorca respondió: “Con seguridad Leonardo, debo pedirle que siga. No sé qué pase ahora con esto de la nueva cuarentena, pero congela lo que estaba cuadrando – Por lo que sé de la alcaldía, debemos hacernos la idea que será durante enero”.

El representante a la Cámara también fue denunciando por presuntamente negociar con el exsenador de la Alianza Verde, Jorge Londoño, varios puestos en el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) en Cesar, Valledupar.

“Tú me dirás en qué subdirección crees viable que los puestos del Centro Democrático nos los den a nosotros en el Cesar, de OPS? (sic)”, le preguntó Racero a Londoño, que respondió: “Claro que sí, pero déjale alguito a los verdes (sic)”, reveló la Revista Cambio.

Según la fuente, la operación fue gestada por José Luis Mayorca, tío de David Racero, que se iba a encargar de hablar con el director regional del Sena sobre los contratos.