La nueva reforma laboral empieza a discutirse desde el lunes 30 de septiembre en el Congreso y, desde ya, los grandes empresarios del país advierten las consecuencias que traerá la nueva propuesta del Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, ante las amplias posibilidades de que sea aprobada en el legislativo.
De hecho, el creador y dueño de la reconocida marca de bolsos y maletines Mario Hernández, se despachó contra la medida y contra el primer mandatario, pues aseguró que su iniciativa solo conseguirá que el empleo en Colombia se reduzca, ante el encarecimiento que implicaría contratar a nuevos colaboradores.
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En una entrevista otorgada a El Tiempo, el empresario aseguró que Petro está engañando a los trabajadores del país con falsas promesas que, aunque sí les traerá mayores beneficios en sus condiciones laborales, será más difícil acceder a un empleo ante las reservas de las compañías para abrir vacantes.
“Parece como si el Presidente estuviera en campaña. Los empleados creen que los están favoreciendo y no es cierto. Lo que estamos haciendo es un país menos competitivo. Si se da cuenta, no competimos, trabajamos menos. Mire lo que pasó en Argentina, se acabó la industria con los sindicatos. Yo creo que tenemos un per cápita de 6.000 dólares únicamente, y con 6.000 dólares no hacemos nada. Los políticos no han generado un empleo; no saben cómo”, señaló Hernández al diario nacional.
Además, el empresario colombiano con más de 40 años de trayectoria en el sector manufacturero y que, actualmente, emplea a más de 600 personas en Colombia y alrededor de 1.500 en el mundo, aseguró que habrá efectos negativos con esta reforma.
“Ahoritica compré las bodegas de enseguida y paré el crecimiento. ¿Por qué? Por muchas razones: se ha bajado la demanda; se ha encarecido el producto; ha subido el desempleo; la asistencia a centros comerciales ha caído. ¿Entonces para qué ampliamos? Ahora el compromiso que tenemos es sostener el empleo que hay; como sea, lo tenemos que sostener. Protegemos a nuestros trabajadores que son nuestra familia, pero cualquier plan de expansión futura tendrá que medir muy bien las consecuencias que implica incorporar nuevos empleados a la luz de esta reforma”, comentó el empresario a El Tiempo.
Además, señaló que los esfuerzos de su empresa para invertir en calidad y diseño y así competir a nivel internacional, utilizando materiales de alta calidad provenientes de Italia, Brasil y Colombia, se está yendo por la borda, pues los costos adicionales derivados de la reforma laboral podrían trasladarse al precio final de los productos, afectando tanto a la empresa como a los consumidores.
La crítica de Hernández también se centró en las pocas garantías que estaría ofreciendo el Gobierno nacional para garantizar la eficiencia de sus empleados, pues las limitaciones para despedirlos, incluso con justa causa, garantizaría la ineficiencia en el trabajo y limitaría la capacidad de las empresas para ajustar su personal según el desempeño y las necesidades del mercado.
“¿Con la nueva reglamentación, cómo contrata uno trabajadores y cuando hay una mala situación, no se podrá despedir? ¿Entonces, usted qué hace? Por eso le mencioné el ejemplo de Estados Unidos. Donde usted puede decirle hoy al empleado mañana no venga, punto. Y no hay prestaciones. Eso estimula que sean mejores todos los días. Aquí le estamos garantizando la ineficiencia al empleo. Entonces, como no me pueden echar, soy más ineficiente”, señaló Hernández a El Tiempo.
Hernández también mencionó que la reforma podría afectar negativamente a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen el 90% del tejido empresarial en Colombia. La eliminación del régimen de tributación simple, que ha ayudado a formalizar a muchos negocios informales, podría revertir estos avances y aumentar la economía informal.
“El 90 por ciento del tejido empresarial está compuesto por pymes. Una pyme, si le acaban con la tributación simple, pues evade… Se crea más economía informal. La tributación simple estaba oficializando a los informales, con esto están acabando eso y obligarían otra vez a volver a la informalidad. ¿Y quién es el castigado? El empleado”, señaló.