Carolina Soto, una de las presentadoras más queridas de la televisón colombian, constantemente interactúa en sus redes sociales con sus seguidores, contando algunas anécdotas de su cotidianidad. Soto, junto a Carolina Cruz y Catalina Gómez, entretiene a los televidentes en las mañanas en el matutino Día a día.
En las diferentes publicaciones en Instagram, donde acumula más de 3,7 millones de seguidores, muestra su faceta como mamá de los pequeños Violetta y Valentino, fruto de la relación que sostiene con el empresario Germán González.
En esta oportunidad, la comunicadora narraba una historia de su juventud a la menor, relacionada con un tatuaje que se hizo en la nuca, por lo que recibió un llamado de atención de parte de su esposo.
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En la primera parte del video se observa a la presentadora sentada junto a su hija, quien le pregunta a Soto acerca del tatuaje que lleva en la nuca. De acuerdo con el relato de la caleña, se lo hizo en compañía de una muy buena amiga en sus épocas de universidad; sin embargo, aclaró que se lo hizo a escondidas de su madre, ya que a él no le gustaban ese tipo de marcas en la piel.
“A mi mamá no le gustaban los tatuajes y mejor dicho, siempre era ‘no se vaya a hacer un tatuaje’”, era el relato que estaba entregando la comunicadora. Mientras decía que se lo hizo a escondidas de su progenitora, apareció su esposo Germán en la parte de atrás del video y le reclamó en un tono muy serio, argumentando que no estaba bien lo que le contaba a su hija.
En vista de la situación, Soto le dice que justamente está contándole la historia a la menor para evitar que este tipo de situaciones ocurran en un futuro y Violetta tenga la confianza de hablar con ella. “Cómo así que al escondido Caro, haciéndose tatuajes al escondido, eso está mal ¿no?”, fue el reclamo que hizo Germán, esposo de Carolina Soto.
De inmediato, la también creadora de contenido le indicó que está grabando para sus redes sociales y nuevamente intervino su esposo: “Pero es que es la verdad, uno no se hace cosas al escondido, en serio”, a lo que argumentó lo que ocurrió cuando su mamá se percató del tatuaje.
“Un día yo me recogí el pelo y a mí ya se me había olvidado, imagínate, pues eso acá (señala la nuca) todo chiquitico, a mí se me olvidó que lo tenía … Y me dijo ‘Carolina, usted qué tiene ahí’; y yo dije: ‘ay, me pilló’, entonces me regañó, me dio cantaleta, a pesar de que yo ya estaba en la universidad, ya estaba grande, pero todavía vivía con ella”, agregó a la historia.
A pesar de que su madre le hizo un fuerte reclamo, Carolina Soto quiso dejar una moraleja con esta historia sobre la confianza que se debe tener con los papás en algunas etapas de la vida. Finalmente, concluyó el relato diciendo que “tanta cosa, que al final terminamos haciéndonos un tatuaje las dos”, mientras sus hijos estallaron en risas por la actitud de la abuela al decidir tatuarse con la mamá.
Los comentarios de sus seguidores no tardaron en aparecer, por lo que algunos tuvieron opiniones divididas en lo que refiere a la reacción de su esposo, mientras que otros destacaron la actitud de los niños frente al regaño de su papá: “De acuerdo con Caro, es mejor tener confianza con los papás”; “jajaja Germán metiendo la cucharada y los niños inocentes”; “ese ‘ve, pero estás muy pendiente’ le salió del alma a Carolina”, entre otros.