Los perros se han convertido en los animales de compañía predilectos por las personas, quienes encuentran en estas mascotas un apoyo en momentos de soledad, tristeza, pero también alegrías y momentos memorables. Sin embargo, su crianza y su raza son determinantes para tener ciertos cuidados y así evitar episodios no deseados.
Precisamente, uno de esos casos inesperados con su mascota le sucedió a María Fernanda Prieto, una médica proveniente de Vélez (Santander), pero que reside en Bogotá, que recibió una mordida por parte de su american bully, según ella, en un aparente episodio de ansiedad de su mascota.
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La mujer, evidentemente afectada y con una marca en el rostro que se está cicatrizando, expresó que su mascota iba a diario a un lugar de adiestramiento, en vista de que se trata de una raza muy “enérgica”. Sin embargo, aseguró que para el momento de los hechos, por temas de salud, no había vuelto a asistir a las sesiones.
Explicó que la situación con su mascota ocurrió durante un viaje a tierra caliente, donde había piscina y el ruido del ambiente reinaba, generando un aparente cuadro de estrés en el perro. En uno de los espacios compartidos, la mujer prendió un ventilador, por lo que el sonido habría terminado de perturbar a su mascota.
“El fin de semana estábamos de viaje, había una piscina y le tiene mucho miedo al agua. Estaba haciendo calor. Había mucho ruido. Era una casa desconocida. Yo aprendí un ventilador y el movimiento de las aspas, las luces que generaba el ruido que generaba lo asustó muchísimo le empezó a dar casi un golpe de calor, ya estaba respirando horrible, entonces yo me agaché a cogerlo, para llevármelo”, explicó la mujer en su relato.
Fue entonces cuando evidenció que la mascota comenzó a hacer ruidos extraños, lo que ella llamó un “golpe de calor”, incluso su respiración cambió en ese momento. Por esta razón la mujer decidió tomarlo para sacarlo del lugar, pero en su reacción, el perro la mordió.
Aseguró que su mascota, con quien lleva con ella cerca de un año y medio, no reaccionó en modo de ataque, sino que el entorno y la situación habría provocado el actuar violento. “(...) de ahí, él en su estado de choque me mordió la cara. Les voy a poner una foto de la herida que me hizo, pues no fue una mordida de ataque, porque pues tengo solo los colmillos superiores marcados acá. A mí me pareció, pues un acto de defensa, obviamente es algo que tengo que controlar, pero me pareció un acto defensa del perro”, enfatizó la mujer.
Agregó que desde ese momento comenzó a tener problemas con su pareja y sus familiares, que le decían que el perro era peligroso y que debía deshacerse de él, algo a lo que Prieto se negó rotundamente, respuesta que no habría sido del agrado de su pareja y decidió terminar la relación.
“Mi expareja decía que era un perro peligroso, toda su familia decía que era un perro peligroso, que teníamos que deshacernos de él. Yo no pude, yo no pude, eso generó una pelea, pues vinieron muchas cosas más. La relación se terminó, pero yo sigo firme en que el perro no tiene la culpa, no sé ustedes, ¿Qué harían? ¿Será que yo actúe mal? ¿El perro si tenía la culpa? ¿Es un perro peligroso? El perro que he tenido desde que tenía dos meses, que nunca ha atacado a nadie, que nunca ataca a otro perro. Yo estoy tan confundida, que de verdad quisiera saber”, complementó la mujer.
Su caso provocó reacciones a favor y en contra de su decisión: “Gracias a Dios no lo abandonó fue un alerta si el muchacho te hubiera querido no termina. con Tigo su perrito es fiel no lo abandones”; “Los American bully si son perros complicados ya que son perros muy procesados, yo no recomendaría tener esos perros a personas sin experiencia ya que son perritos que si requieren entrenamientos y...”; ”bueno yo viví con una american bully y más noble no pudo ser”; “Los American bully en su naturaleza esta nunca atacar a los humanos, podrán ser agresivos con otros perros pero nunca con humanos, es una raza extremadamente protectora y noble con nosotros (sic)”.