El exgobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, no se guardó nada en una reciente entrevista en el medio digital Nación Sabrosa, donde abordó la crítica situación de la seguridad en Colombia. Con un tono firme y directo, Zuluaga arremetió contra el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
El exmandatario regional calificó a Velásquez como, “un agente liquidador de las Fuerzas Militares y de Policía” y no como un verdadero ministro, reflejando su descontento con el manejo que el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha dado a las Fuerzas Militares del país.
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“Lo que pasa es que tenemos una muy buena tropa, subordinada al presidente de Colombia, como lo manda la Constitución. Eso habla muy bien de nuestras Fuerzas Militares y Policía, honran la Constitución y la ley, pero sería una torpeza, una tontería, reconocer que la moral está bien”, aseguró Zuluaga.
Seguido, agreó: “Se nos fueron más de 60 generales de las Fuerzas Militares”, una situación que, según él, es alarmante y muestra la crisis institucional que atraviesan. “¿Saben qué es perder la capacidad instalada? ¿Cuánto le vale al país formar un general de la República? Eso debería ser hasta detrimento patrimonial, formar a todos los generales, como lo hace Colombia, para mandarlos a la casa, increíble”, enfatizó el exfuncionario, sugiriendo que la pérdida de liderazgo militar representa un costo significativo para el país.
Un aspecto que Zuluaga consideró inquietante es la presencia de exguerrilleros en posiciones clave dentro de la estructura de inteligencia del país. Mencionó específicamente a Jorge Lemus, exmiembro del M-19: “¿Qué sienten las Fuerzas Militares cuando al frente de la Dirección Nacional de Inteligencia tienen a las personas que ellos combatieron?”, cuestionó, señalando la paradoja que esto representa para la moral de las tropas.
Zuluaga continuó su crítica, afirmando que el clima de impunidad que se vive en el país afecta seriamente el desempeño de las Fuerzas Militares: “Les levantan órdenes de captura, les pasan por la nariz a los delincuentes, les pasan en camioneta de último modelo donde trafican droga y llevan armas. Esto parece el mundo al revés”, señaló, subrayando la necesidad de empoderar a las fuerzas del orden para que puedan enfrentar la delincuencia de manera efectiva.
En el ámbito local, el exgobernador expresó su preocupación por el deterioro de la seguridad en el Meta desde la implementación de la política de ‘Paz Total’. “Nosotros conocemos, de primera mano, a Gentil Duarte que, por fortuna, no está vivo y debe estar en el infierno. Sabemos en carne propia qué hicieron las antiguas Farc y qué pretendían las disidencias en el país”, dijo Zuluaga, que también se ofreció a participar en las negociaciones de paz para asegurar que no se desviaran de su objetivo original.
Advirtió que las disidencias de las Farc no solo han existido, sino que han “fortalecido” su presencia en el país. “Ver a Calarcá, a Iván Mordisco, pavonearse por el Meta, es muy complejo. Las disidencias, antes, se movían en un corredor de Guaviare, sur del Meta y Caquetá, hoy tienen un enorme corredor, están depredando el Chiribiquete”, alertó, haciendo un llamado a la acción a las autoridades locales.
Zuluaga finalizó su intervención con una reflexión crítica sobre la calidad de vida en Colombia, afirmando que, “hoy en Colombia no hay nadie viviendo sabroso”. Este comentario se refiere a la promesa de la vicepresidenta Francia Márquez, quien había dicho en campaña que, a partir de agosto de 2022, los colombianos disfrutarían de una vida más plena.
Con sus declaraciones, Juan Guillermo Zuluaga no solo pone de manifiesto no solo su descontento con el actual manejo de la defensa en Colombia, también su deseo de involucrarse activamente en la discusión sobre la seguridad del país, en un momento crítico donde la percepción de la violencia y la impunidad sigue en aumento.