En Colombia, varias entidades presentan una solución financiera que podría cambiar la manera en que muchos colombianos acceden a la vivienda propia. Con el objetivo de ofrecer alternativas más accesibles y flexibles, las entidades (como Bancolombia, Bbva, Davivienda, entre otros) puso en marcha el leasing habitacional, un esquema que permite adquirir una vivienda sin necesidad de contar con un pago inicial elevado, algo que tradicionalmente fue uno de los mayores obstáculos para los compradores de vivienda.
Esta modalidad de financiamiento no es nueva, pero su accesibilidad y ventajas lo convirtieron en una opción cada vez más atractiva, sobre todo en un contexto en el que los precios de las viviendas continúan al alza y el acceso a la financiación tradicional puede resultar complicado para muchos.
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En el leasing habitacional, el banco adquiere la vivienda a nombre del cliente, mientras que este último paga un canon mensual, similar a un arriendo, durante un período de tiempo que puede variar entre 5 y 20 años. Una de las características clave es que, al finalizar el contrato, el cliente tiene la opción de comprar la vivienda mediante el pago de una última cuota.
Las entidades destacan las ventajas de este sistema, una de ellas es Bancolombia que explica: “El banco compra la vivienda a tu nombre, para que la uses y disfrutes mientras la terminas de pagar, con un plazo que puede ir desde los 5 hasta los 20 años, y puedes hacer abonos a capital durante este tiempo”. Esta flexibilidad en el plazo es uno de los principales atractivos del leasing habitacional, ya que permite a los clientes elegir el tiempo que mejor se adapte a sus posibilidades financieras.
Una de las razones por las que el leasing habitacional se volvió popular es que no requiere un pago inicial significativo, lo que lo convierte en una alternativa viable para aquellas personas que no han podido ahorrar lo suficiente para una cuota inicial tradicional. Esta característica facilita el acceso a la vivienda a un público más amplio, especialmente a aquellos que están buscando una solución intermedia entre el arriendo y la compra.
Aunque se trata de una opción flexible y con múltiples ventajas, no es solo para quienes buscan su primera vivienda. El banco diseñó este producto financiero para incluir tanto viviendas nuevas como usadas, e incluso para segundas residencias.
El leasing habitacional no familiar es una solución ideal para quienes desean adquirir viviendas no VIS (Vivienda de Interés Social), ya sea para habitarlas o para destinarlas como inversión o segunda residencia. La flexibilidad no solo se encuentra en los tipos de vivienda, también en las tasas de interés, que varían según el tipo de proyecto: “En la actualidad, el leasing habitacional no familiar de Bancolombia ofrece tasas del 10% EA para viviendas nuevas de proyectos financiados por esta entidad y del 11% EA para viviendas usadas o nuevas de proyectos no financiados por el banco.”
En términos de impuestos, este tipo de contratos también pueden ofrecer beneficios adicionales. En algunos casos, los pagos realizados bajo esta modalidad son deducibles de impuestos, lo que puede representar un ahorro importante a lo largo del tiempo, mejorando la viabilidad económica del proceso de adquisición de la vivienda.
Por otro lado, una ventaja importante del leasing habitacional es que no se limita a viviendas nuevas, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que consideran la compra de inmuebles usados. Esta opción abre un abanico de posibilidades para los compradores, quienes pueden encontrar en el mercado de vivienda usada propiedades a precios más bajos que las nuevas y listas para ser habitadas de inmediato.
Un ejemplo práctico de cómo funciona este esquema financiero fue presentado por uno de los bancos en su sitio web: “Supongamos que María quiere comprar una vivienda de $300 millones de pesos. Con este comparativo de financiación a través de leasing habitacional no familiar y crédito hipotecario, María podrá determinar qué opción le queda mejor según lo que tenga ahorrado para la cuota inicial”.
En este caso, María tendría la opción de financiar hasta el 80% del valor de la vivienda a través del leasing habitacional, según las políticas del banco y su capacidad de pago, lo que le permitiría acceder a su vivienda sin la necesidad de contar con un ahorro considerable para la cuota inicial.