Un tesoro escondido de Boyacá que parece de Europa: su frondosa vegetación púrpura atrae a fotógrafos y turistas

Viajar a Boyacá es como hacer un recorrido por la historia, la naturaleza y la cultura de Colombia. Este departamento, ubicado en la región andina, destaca por su riqueza histórica, ya que fue escenario de eventos clave en la independencia del país, como la Batalla de Boyacá.

Sin embargo, más allá de su importancia histórica, Boyacá ofrece una diversidad de paisajes que van desde frondosos páramos hasta imponentes montañas y tranquilos pueblos coloniales, todo en un entorno donde las tradiciones y la autenticidad se mantienen vivas.

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Esta región es un destino ideal tanto para los amantes de la historia como para los entusiastas de la naturaleza. En este caso, el municipio de Guayatá es uno de los secretos mejor guardados de Boyacá. A diferencia de destinos más populares, este lugar se mantiene fuera de las rutas turísticas principales, lo que le otorga una autenticidad especial.

Este municipio, rodeado de montañas y verdes paisajes, se caracteriza por su rica herencia campesina y su tranquilidad. También es un lugar donde la historia tiene sus huellas, ya que formó parte del territorio de los muiscas, la antigua civilización indígena que habitó gran parte de la región antes de la llegada de los españoles.

Su clima templado, combinado con la hospitalidad de sus habitantes, crea un ambiente perfecto para aquellos que buscan escapar del bullicio de las grandes ciudades. Además, Guayatá es famoso por sus cultivos de flores y hortalizas, lo que añade un toque de color a su paisaje. También es común encontrar eventos culturales tradicionales como las festividades en honor a sus santos patronos, que mezclan devoción religiosa con expresiones folclóricas y gastronómicas.

De acuerdo con TripAdvisor, entre las actividades y planes que se pueden realizar en el municipio, están:

• Caminatas ecológicas: explore los diversos senderos naturales que recorren montañas, ríos y bosques en los alrededores del municipio.
• Visita al Salto del Tequendama: disfrute de la vista de esta hermosa cascada, un atractivo natural imperdible en la región. Tenga en cuenta que no es la misma que queda cerca a Bogotá.
• Recorridos por cultivos locales: aprenda sobre la producción de flores y hortalizas, productos por los cuales Guayatá es reconocido.
• Participación en actividades agrícolas: viva una experiencia de inmersión ayudando a los campesinos locales en la siembra o cosecha de sus productos.
• Asistencia a las fiestas patronales: podrá asistir a las festividades religiosas que incluyen procesiones, danzas folclóricas, música y concursos de comida.
• Visitas a sitios históricos: descubra los vestigios de la presencia muisca en la región y conozca más sobre la historia precolombina de Guayatá.

Según Colombia Travel, los árboles siete cueros son especies vegetales pertenecientes al género Tibouchina o Miconia, reconocidas por sus vistosas flores color púrpura y sus hojas gruesas y resistentes. Reciben su nombre debido a la textura de su corteza, que parece estar compuesta por varias capas, como si tuviera “siete cueros”.

En Guayatá, estos árboles tienen una gran relevancia tanto ecológica como cultural, pues los siguientes aspectos resaltan la importancia de esta vegetación y su función:

• Ecosistemas locales: los árboles de siete cueros son una especie nativa de los bosques andinos y crecen en áreas de páramo y selva alta. Son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico de estos ecosistemas, ya que brindan hábitat y alimento a diversas especies de fauna, como aves e insectos polinizadores.
• Conservación del agua: al crecer en las montañas y páramos, los siete cueros ayudan a conservar el agua en la región. Sus raíces profundas contribuyen a la retención del agua en los suelos, lo que es vital para la regulación hídrica y la prevención de la erosión en las cuencas de Guayatá.
• Símbolo cultural: para los habitantes de Guayatá y otras zonas andinas, el árbol siete cueros tiene un valor simbólico, ya que forma parte del paisaje tradicional. Su resistencia y capacidad para adaptarse a condiciones difíciles lo convierten en un símbolo de fortaleza y arraigo en la cultura local.
• Atractivo paisajístico: con sus flores de tonos vibrantes, los árboles de siete cueros también aportan belleza al entorno natural. Durante la época de floración, sus coloridas flores púrpuras transforman el paisaje, atrayendo tanto a turistas como a fotógrafos y amantes de la naturaleza.

Llegar a la región no es complicado, aunque su localización un tanto apartada lo convierte en una aventura escénica. Desde Bogotá, el recorrido en carro dura aproximadamente tres horas, dependiendo del tráfico y las condiciones de la carretera.

La ruta más común es tomar la carretera que va hacia el sur por la autopista a Villavicencio, desviándose hacia Boyacá en el camino. Para aquellos que no disponen de vehículo propio, existen buses que conectan Bogotá con los principales municipios de Boyacá, con una frecuencia menor hacia Guayatá, lo que añade un poco de planificación al viaje.