El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 27 de septiembre en un promedio de $4.164,19. Esto significó una bajada de $23,92 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.188,11.
La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.160,00, tocó un máximo de $4.181,50 y un mínimo de $4.146,00. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD970 millones en 1.816 transacciones.
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En los últimos siete días, el dólar estadounidense acumula una subida del 0,69%, de manera que en el último año aún mantiene un incremento del 9,11%.
En relación a días previos, cambió el sentido del resultado anterior, donde marcó un ascenso del 0,31%, mostrando que no es capaz de asentar una tendencia definida en fechas recientes. En referencia a la volatilidad de la última semana, fue de 9,37%, que es una cifra inferior al dato de volatilidad anual (13,25%), por lo que está teniendo un comportamiento más estable de lo habitual últimamente.
Comportamiento del mercado
Durante la jornada del viernes 27 de septiembre, el dólar presentó un comportamiento a la baja, lo que resultó en un alivio para los consumidores colombianos que compran productos importados o que realizan transacciones en esta moneda. A lo largo del día, la divisa mantuvo una tendencia descendente, mostrando una volatilidad relativamente baja. Este descenso beneficia particularmente a quienes dependen de la estabilidad del tipo de cambio para adquirir bienes importados, en un contexto económico global donde el comportamiento de la divisa estadounidense es de gran interés.
El dólar comenzó el día con un precio de apertura de $4.160, y registró una variación de $20 en el transcurso de la jornada. La baja volatilidad en el movimiento del dólar fue un factor destacado, ya que no se observaron cambios bruscos en su cotización. Este comportamiento contrasta con periodos anteriores, donde la volatilidad de la divisa fue considerablemente mayor.
En el panorama internacional, la inflación en Estados Unidos mostró señales de moderación, situándose en un 2,2 % durante los 12 meses previos a agosto, de acuerdo con el índice de precios PCE (Personal Consumption Expenditures) publicado por el Departamento de Comercio de ese país.
Este índice, que es el más seguido por la Reserva Federal (Fed), bajó en comparación con el 2,5 % registrado en julio. Este dato es una noticia positiva para la administración de Joe Biden, en medio de un contexto político sensible debido a la cercanía de las elecciones presidenciales en las que la actual vicepresidenta, Kamala Harris, se enfrenta al republicano Donald Trump el próximo 5 de noviembre.
La Reserva Federal tomó medidas para estabilizar la economía, reduciendo las tasas de interés en un esfuerzo por disminuir el costo del crédito y frenar la inflación, cuyo ritmo de aumento afectó a la población estadounidense durante los últimos años. El objetivo del banco central es reducir la inflación al 2% interanual, un nivel considerado saludable y manejable para la economía.
Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles como los de la energía y los alimentos, subió ligeramente a 2,7% en agosto, un aumento respecto al 2,6% registrado en julio. Este aumento marca el primer incremento en la inflación subyacente desde enero de 2023, según destacó el analista John Choong de Investors Edge.
Además, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), un indicador clave utilizado para ajustar las pensiones, también mostró una tendencia a la baja, cayendo al 2,5% en agosto, el nivel más bajo desde febrero de 2021. En cuanto a la comparación mensual del PCE, tanto la inflación general como la subyacente disminuyeron a 0,1% en agosto, frente al 0,2% registrado en julio.
En lo que respecta a los ingresos y gastos de los hogares en Estados Unidos, otro dato relevante para los mercados, los ingresos crecieron un 0,2% en agosto, levemente inferior al 0,3% observado en julio. Los gastos, por su parte, también moderaron su crecimiento, aumentando solo un 0,2% en agosto, frente al 0,5% del mes anterior. Este comportamiento indica que la economía estadounidense sigue ajustándose lentamente, con el objetivo de controlar la inflación sin frenar de manera abrupta el consumo y el crecimiento económico.