Daneidy Barrera Rojas, más conocida como EPA Colombia, explotó contra los comentarios negativos que recibe a diario por su apariencia física tras someterse a varias cirugías estéticas.
La empresaria y figura pública ha decidido hacer frente a las críticas y compartir su experiencia personal con sus seguidores para poner en evidencia el impacto emocional que le han causado.
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En un emotivo video compartido a través de sus redes sociales, Epa Colombia expresó su frustración y tristeza ante la oleada de críticas que ha recibido debido a los resultados de sus recientes procedimientos estéticos.
“No aguanto más, nadie me ha preguntado cómo me siento”, dijo visiblemente afectada. Según Barrera, la falta de empatía y el constante juicio sobre su apariencia la han llevado a un punto de desgaste emocional considerable.
Este último episodio revela cuánto ha pagado la empresaria por sus cirugías, una suma que asciende a setenta millones de pesos. “Yo pagué setenta millones de pesos por estos procedimientos”, aseguró, aclarando que no los realizó por motivos publicitarios debido a malas experiencias anteriores que incluyeron complicaciones severas.
Las recientes cirugías de la influencer se han convertido en un punto focal de debate y burla en las plataformas de redes sociales. Internautas han criticado los resultados, aparentemente visibles en su rostro y senos, publicando opiniones sarcásticas y despectivas.
Ante estos ataques, Epa Colombia ha decidido alzar la voz, compartiendo algunos de los comentarios burlescos que ha recibido y cuestionando la humanidad de quienes los emiten.
“Yo no debí entrar a Facebook, la gente se lo soya a uno en menos de cinco segundos y nadie me ha preguntado cómo estoy con la recuperación, si ya puedo comer,” manifestó, haciendo eco de la falta de consideración por su bienestar más allá de los cambios estéticos.
Epa Colombia ha explicado que los resultados de sus cirugías aún no son definitivos y que lo que muchos critican es, en realidad, una inflamación posterior a las intervenciones. Afirmó que, aunque la hinchazón en sus pómulos ha disminuido, todavía queda algo de inflamación en su mentón.
“Te lo juro que uno a veces se siente mal de lo que escriben; nadie me pregunta cómo me siento. A la gente lo que le importa es destruirlo a uno,” continuó en su mensaje. Hizo un llamado a sus seguidores y detractores para que reconsideren su actitud y practiquen el respeto y los valores.
La refutación de la polémica influencer también incluyó detalles sobre cada uno de los procedimientos a los que se sometió. La empresaria pasó por tres diferentes cirugías: una nueva rinoplastia, una mentoplastia y una cirugía de senos. Principalmente, decidió retocar su nariz debido a un mal procedimiento anterior que le dejó las fosas nasales tapadas y le dificultaba la respiración.
“Fue en esa cirugía anterior donde me dejaron el pedazo de goma en mi cara y problemas para respirar,” recordó, señalando que esta vez confía en que el resultado será diferente y mejor.
Más allá de los aspectos técnicos y económicos de sus cirugías, la mujer enfatizó en su mensaje el impacto emocional que ha vivido a raíz de las críticas. “Amiga, yo me siento mal de que me estén insultando, fuera de chiste. Miren a ver si cogen respeto y valores,” expresó con voz quebrada.
La empresaria resaltó la importancia de sensibilizar al público sobre las emociones y la salud mental de las figuras públicas que, como ella, se exponen a violentes ataques en redes sociales.
En medio de este escándalo, la creadora de contenido hace un llamado a la empatía y al respeto mutuo. Su experiencia es un recordatorio de los efectos adversos que pueden tener las críticas destructivas, especialmente en una sociedad donde las redes sociales se han convertido en un foco de juicios implacables. “Lo que muchos no entienden es que detrás de esa pantalla hay una persona que siente y sufre,” concluyó.
Epa Colombia ha decidido no quedarse callada y ha compartido su verdad, invitando a la reflexión sobre cuánto puede afectar el odio y la falta de empatía difundidos en redes sociales.