Habló una víctima de la banda Los Zetas: así operaban las mujeres que drogaban y robaban hombres en lugares de rumba en Bogotá

El líder de la organización criminal, identificado como alias James, trabajaba con cómplices femeninas en bares y centros nocturnos

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Así trabajaban las ‘mujeres gancho’
Así trabajaban las ‘mujeres gancho’ en Galerías y otros sitios de rumba en Bogotá - crédito Gettyimages

Luego de que el grupo delincuencial conocido como Los Zetas fuera desmantelado en Bogotá por la Policía Metropolitana, gracias a la captura de sus cinco integrantes. Esta organización se dedicaba a cometer hurtos a ciudadanos mediante la modalidad de paseos millonarios.

Así como lo informó en la mañana del miércoles 25 de septiembre de 2024 el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, las zonas en las que esta banda criminal perfilaba a sus víctimas eran de rumba, ubicadas en las localidades de Chapinero, Fontibón (en específico el sector de Modelia) y Teusaquillo.

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Se conoció el relato de una víctima de Los Zetas cuando salió de rumba para celebrar el Día del Amor y la Amistad en el año 2023, y decidió organizar con dos de sus amigos la salida. “Salimos a tomarnos unas cervezas, pues pensamos en los bares y discotecas del sector de Galerías”, dijo el hombre. Palabras que fueron conocidas y reveladas por el diario El Tiempo.

Fue así como los tres hombres llegaron a una discoteca en el sector, se ubicaron en una mesa y mientras pasaron las horas, notaron la presencia de unas mujeres que llamaron su atención: “Ellas nos coqueteaban, pero debo decir que de forma mu sutil, ahora sé que su clara intención era la de no despertar sospechas”, indicó la víctima.

Los delincuentes les suministraban medicamentos
Los delincuentes les suministraban medicamentos psiquiátricos a los hombres. Una de estas sustancias se conoció que es la benzodiazepina - crédito Minsa

De esta manera, los sujetos decidieron invitarlas a bebidas y bailar, acciones que rechazaron, pero su intención era clara de generar que las conocieran porque pasaron cerca de su mesa bailando de manera insinuante y coqueta.

Así pasaron las horas y los tres hombres decidieron cerca de las 3:30 o 4 de la mañana, levantarse de su lugar y pagar. Fue en ese momento cuando las mujeres accedieron a hablarles. “Ahí nos aceptaron bebidas y nos convidaron a ir a una ‘amanecedero’ que estaba ubicado en el mismo sector y nosotros, sin pensarlo dos veces, aceptamos”, relató la víctima para el diario mencionado.

Llegaron hasta el sitio indicado junto con las mujeres y departieron hasta las 5:30 o 6 de la mañana. Minutos después, ellas propusieron terminar la fiesta en un apartamento. “Dijimos ¡listo! Y cuando íbamos a pedir transporte a través de una aplicación, ellas nos recomendaron que no sacáramos en celular en la calle para evitar robos, que los taxis en esa zona eran seguros”.

El drama comenzó cuando decidieron regresar a casa usando taxis separados. En su relato, el hombre aseguró que dentro del vehículo le ofrecieron una bebida y, después de eso, no recuerda nada más: “Debo decir que hasta me pasaron un trago dentro del vehículo y que hasta ahí me acuerdo. No tengo ninguna noción de lo que pasó después”, declaró.

El modus operandi de la
El modus operandi de la banda criminal era por medio de 'mujeres gancho' en zonas de rumba de Bogotá - crédito Colprensa

Al despertar, cerca del mediodía del sábado siguiente, la víctima estaba en un andén del sector de El Restrepo, desorientado y sin sus pertenencias. “Estaba tirado en un andén del sector de El Restrepo, totalmente perdido, sucio, sin su celular, sin chaqueta y sin sus documentos”, indicó. Intentó volver a su hogar pidiendo ayuda a los vecinos de la zona, pero había perdido todo lo que tenía en su poder, incluyendo 350.000 pesos en efectivo, un reloj y su celular de alta gama.

La situación no fue diferente para sus amigos. Igualmente secuestrados y drogados, se despertaron en un apartamento desconocido tirados sobre un colchón. “Se acuerdan de que estaban como en un apartamento, tirados en un colchón, que les preguntaban cosas y que los golpeaban porque cuando cayeron en cuenta tenían lesiones en su cuerpo”, según su testimonio. Fueron abandonados en diferentes puntos de Bogotá.

El hombre también reveló que uno de sus compañeros fue dejado en la calle a las 8 de la noche del sábado, agregando que el secuestro podría haber sido organizado por turnos o con unas víctimas drogadas más que otras.

Después de acudir al médico para realizarse un examen de toxicología, este resultó negativo debido al tiempo transcurrido. “A las 12 o 14 horas los vestigios de las drogas suelen desaparecer”, dijo uno de los galeanos en el centro de salud. Por lo que le advirtieron que vigile cualquier síntoma persistente de olvido, pues estos podrían ser consecuencias de la droga que le administraron.

Estas mujeres son expertas en
Estas mujeres son expertas en coordinar, con los jefes de las bandas, cuáles son los mejores objetivos para luego hacerles el paseo millonario o secuestrarlos en apartamentos - crédito Jesús Aviles / Edición Infobae Colombia

Los delincuentes no solo les robaron sus bienes materiales, también retiraron más de dos millones de pesos de su cuenta bancaria y realizaron compras en línea usando sus datos. Finalmente, el hombre se refirió al rol que tienen las mujeres en la banda criminal: “Todas tienen que ser capturadas porque ellas son el señuelo que usan estas bandas para escoger a sus víctimas. Son expertas en ganarse la confianza de las personas”.

Captura Los Zetas

Cinco delincuentes fueron identificados con los alias de James, líder de la organización criminal, Campos, Dilan, Tata y Yamid. Las autoridades revelaron detalles alarmantes durante la presentación de los capturados ante los medios de comunicación. Los criminales usaban medicamentos psiquiátricos, como benzodiazepinas, para someter a sus víctimas, todos hombres.

Según el general Gualdrón, hay 10 casos documentados de hombres entre 25 y 35 años afectados por esta organización criminal. Las víctimas eran drogadas, trasladadas a diferentes puntos de la capital, golpeadas y despojadas de sus pertenencias y dinero.

Alias James lideraba la banda y trabajaba con cómplices femeninas en bares y centros nocturnos. Estas mujeres ganaban la confianza de las víctimas y les suministraban drogas en sus bebidas. Bajo el efecto de las sustancias, las víctimas eran llevadas en taxis a clubes en la avenida Primero de Mayo, en la localidad de Kennedy. Allí, otros miembros de la banda usaban violencia para obtener información bancaria de las víctimas.

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