El Gobierno de Gustavo Petro está considerando implementar restricciones a la importación de acero desde China con el fin de salvaguardar la industria nacional. Esta iniciativa surgió tras varias reuniones entre el gobierno y los actores del sector siderúrgico en Colombia, con el objetivo de buscar soluciones que impulsen la competitividad del mercado local frente a la competencia internacional.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, informó a los medios que la primera medida concreta en esta dirección es el apoyo a la implementación de una salvaguarda frente al mercado chino, con el propósito de brindar una mayor protección a la producción de acero en el país. Bonilla también destacó que se está explorando una iniciativa más ambiciosa que incluye la construcción de una planta de aceros planos, un proyecto que combinaría inversión pública y privada para fortalecer aún más la capacidad industrial de Colombia.
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A principios de septiembre, el Gobierno anunció la creación de esta planta en alianza con el sector privado, con la intención de reactivar y dinamizar la industria siderúrgica nacional, contribuyendo así al desarrollo económico del país.
Frente a esto, el presidente Gustavo Petro sostuvo una reunión con el empresario vallecaucano y exalcalde de Cali, Maurice Armitage, para discutir el futuro de la industria siderúrgica en Colombia. Durante una rueda de prensa, Armitage confesó que en ocasiones pensó que Petro “está loco”, pero tras el encuentro, reconoció su compromiso con el sector. “Le dije al presidente que a veces pienso que está loco, pero hoy tengo que decir que no lo está tanto y que realmente nos está ayudando”, afirmó Armitage.
El empresario expresó su preocupación por la situación actual de la industria siderúrgica, advirtiendo que está “al borde de la desaparición” si no se toman medidas claras. Señaló que las importaciones de acero de países como China, Turquía y Perú están afectando gravemente a los productores nacionales, lo que podría llevar al cierre de plantas, algo que describió como “gravísimo” para el país.
Armitage elogió la buena disposición de Petro para impulsar el desarrollo de la industria, incluyendo la construcción de una nueva planta siderúrgica. También destacó la idea del “acero verde”, la cual considera una oportunidad innovadora para salvar el sector. “Sería maravilloso ver cómo se concreta esta oportunidad”, concluyó.
“Llegamos a un acuerdo para que dentro de una semana la industria presente un plan de inversión que aclare cuál es la hoja de ruta hacia una industria de acero del mayor valor agregado posible, es decir, la creación de una industria de aceros planos en el país, al igual que la producción de acero verde que permita la menor cantidad posible de carbono a la hora de ser producido”, afirmó en su momento el ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes.
Así mismo, informó que están en proceso dos decretos relacionados con el comercio de acero y hierro en Colombia. Uno de estos decretos está enfocado específicamente en las importaciones de barras de hierro o acero corrugado, utilizadas para refuerzo de concreto, provenientes de Perú, según lo señalado por el Gobierno.
Este decreto ya fue aprobado por las carteras de Comercio, Industria y Turismo, así como por el Ministerio de Hacienda. “Ahora hace trámite en la Presidencia de la República”, aclararon fuentes oficiales, indicando que se espera el siguiente paso administrativo para su entrada en vigor.
El segundo decreto en trámite está relacionado con las importaciones de alambrón de hierro o acero sin alear, así como otros tipos de aceros aleados, provenientes de países con los que Colombia no mantiene acuerdos comerciales vigentes, como es el caso de China. Este documento, al igual que el primero, ya fue avalado tanto por el Ministerio de Hacienda como por el Ministerio de Comercio.
Ambos decretos están a la espera de la firma final del presidente Gustavo Petro para que puedan ser oficializados y puestos en marcha. Estas regulaciones buscan proteger la industria nacional de la competencia desleal que puede surgir de la importación de materiales a bajo costo desde mercados internacionales, reforzando así el control sobre las importaciones de productos clave como el hierro y el acero.