Colombia es considerado un país de alto riesgo sísmico debido a que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que concentra el 75% de los volcanes que existen en el mundo y donde suceden aproximadamente el 80% de los temblores más fuertes a nivel mundial.
Durante un temblor, los animales también pueden sentir miedo y estrés, por lo que es fundamental saber cómo actuar para protegerlos y mantenerlos a salvo. Al igual que con las personas, es esencial mantener la calma para poder actuar de manera efectiva. Las mascotas perciben el nerviosismo y la ansiedad de sus dueños, lo que puede aumentar su propio estrés. Antes de que ocurra un temblor, es importante tener un plan de emergencia que incluya a las mascotas, identificando lugares seguros dentro de la casa y contando con un kit de emergencia con agua, comida y medicamentos para ellas.
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Durante el temblor, se debe ubicar a las mascotas en un lugar seguro y protegido. Si es posible, mételas en una jaula o transportador para mantenerlas contenidas y seguras. Si te encuentras en casa, no abandones a tus mascotas; mantente cerca de ellas y bajo control. Si estás lejos de casa, asegúrate de que alguien pueda verificar el estado de tus animales. Es crucial mantener a las mascotas dentro de la casa para evitar que se escapen o se lastimen con escombros o vidrios rotos.
Una vez que el temblor haya cesado, revisa el área para asegurarte de que no haya peligros adicionales, como cables eléctricos caídos o vidrios rotos. Después del temblor, las mascotas pueden estar asustadas, por lo que debes ofrecerles tranquilidad, hablarles con suavidad y proporcionar un ambiente seguro y calmado para ayudar a reducir su estrés.
En el municipio de Los Santos, en Santander, se registran entre 12 y 20 sismos diariamente, convirtiéndolo en uno de los puntos con mayor actividad sísmica a nivel global.
Este lugar se ubica al sur de Bucaramanga y es parte del cañón del Chicamocha, región que solo es superada por el área del Hindu Kush en Afganistán por su alta frecuencia de actividad sísmica.
Esta frecuencia de temblores ha llevado a que la comunidad de Los Santos desarrolle una peculiar adaptación a la constante actividad telúrica, los habitantes han incorporado medidas de seguridad y protocolos de emergencia en su vida diaria.
En caso de sismos, es crucial mantener la calma y seguir ciertas recomendaciones para garantizar su seguridad y la de quienes lo rodean. Dentro de un edificio, no utilice los ascensores, ya que podrían fallar o dejarlo atrapado durante el sismo. Tampoco corra hacia la salida, pues esto puede generar pánico y caos, ocasionando lesiones. Además, evite refugiarse en marcos de puertas, por el hecho de que estos no son tan seguros como se cree y podrían no soportar el peso de los escombros.
Asimismo, no se acerque a ventanas, espejos ni otros objetos de vidrio, ya que pueden romperse y causar heridas. Otra precaución importante es no usar velas ni llamas abiertas, pues podría haber fugas de gas que provoquen incendios. Siguiendo estas recomendaciones, podrá reducir los riesgos y aumentar las posibilidades de mantenerse seguro durante un sismo.
El país ha vivido un año muy movido por cuenta del alto número de sismos que ha registrado el Servicio Geológico Colombiano en 2023. Y es que, en el transcurso del jueves 17 de agosto, varios temblores ocasionaron una serie complicaciones en la infraestructura de algunas edificaciones y a su vez costó la vida de una persona.
Fijar un punto de encuentro en caso de sismo es crucial por diversas razones. En primer lugar, garantiza la seguridad al facilitar la localización de todos los miembros de la familia, asegurándose de que estén a salvo. Además, reduce el estrés y la ansiedad al saber que hay un lugar preestablecido para reunirse, lo que minimiza el pánico en situaciones de emergencia.
Por otro lado, permite una comunicación eficiente, centralizando la información sobre el paradero y estado de cada persona y previniendo confusiones al evitar malentendidos y búsquedas innecesarias, lo que optimiza el tiempo de respuesta en momentos críticos. Adicionalmente, facilita la labor de los equipos de rescate al conocer el punto de reunión familiar y garantiza una adecuada coordinación familiar, asegurando que todos estén informados sobre las acciones a seguir en caso de separación durante el sismo.
Flover Rodríguez-Portillo, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (Acggp), explicó que la magnitud y la intensidad de un sismo son conceptos distintos que a menudo se confunden. La magnitud mide la energía liberada por el terremoto, mientras que la intensidad evalúa la capacidad destructiva del evento.
Cuando ocurre un sismo, los medios de comunicación y la población suelen usar estos términos de manera intercambiable, pero es crucial entender sus diferencias. La magnitud se determina utilizando escalas como la de Richter o la de magnitud de momento, que cuantifican la energía liberada en el epicentro del sismo. Por otro lado, la intensidad se mide con la escala de Mercalli, que evalúa los efectos y daños causados en diferentes lugares.
Rodríguez-Portillo subrayó que la magnitud es una medida objetiva y constante para un sismo específico, independientemente de dónde se sienta. En contraste, la intensidad puede variar considerablemente según la distancia al epicentro, la profundidad del sismo y las características del terreno y las edificaciones.
Los recientes temblores en el municipio de Los Santos, Santander, han generado preocupación en parte de la población colombiana. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) expuso la razón por la cual tiembla en esa región, que convierte a Bucaramanga en una de las capitales más afectadas por los sismos.
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