A cinco años de la promulgación de la Ley Ana Cecilia Niño, el Gobierno colombiano todavía enfrenta un gran desafío: la falta de implementación de políticas que sustituyan el uso de asbesto y la ausencia de una ruta integral para atender a quienes estuvieron expuestos a este peligroso material. La Universidad de Cartagena llevó a cabo un estudio que pone de manifiesto una realidad alarmante: cerca del 70% de las cubiertas de las viviendas en la ciudad contienen asbesto, un elemento conocido por sus graves riesgos para la salud humana.
Este material fibroso, que fue empleado en la construcción por décadas debido a su bajo costo y durabilidad, representa una amenaza significativa para la salud pública. Se comprobó que la inhalación de sus fibras puede dar lugar a enfermedades como el cáncer de pulmón, mesotelioma y asbestosis. Aunque muchos países prohíben su uso, en Colombia la problemática persiste, sobre todo en los techos de las casas y en diversas estructuras urbanas.
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Ante la preocupante falta de aplicación de la ley que prohíbe la explotación, comercialización, distribución y uso del asbesto en Colombia, la senadora Nadia Blel, autora de esta normativa, tomó la iniciativa de convocar un debate de control político el miércoles 25 de septiembre. El objetivo principal de esta reunión fue evaluar el progreso en la lucha contra este enemigo silencioso que amenaza la salud de los colombianos y, a su vez, exigir al Gobierno un compromiso genuino para garantizar su implementación efectiva.
El debate se llevó a cabo en Sibaté, Cundinamarca, un municipio que sufrió considerablemente las consecuencias del uso del asbesto. Durante el encuentro, se dieron cita representantes de varios ministerios, incluyendo los de Salud, Medio Ambiente, Trabajo, Minas y Comercio. Además, se contó con la participación de expertos en la materia, académicos y familiares de víctimas afectadas por el asbesto, quienes compartieron sus experiencias y preocupaciones.
La situación en Cartagena
Los hallazgos del estudio dirigido por el profesor Manuel Saba en la Universidad de Cartagena indicaron que el asbesto está presente en una variedad de lugares, incluyendo viviendas, escuelas, centros deportivos, centro histórico y hasta en la propia Universidad de Cartagena quien lideró la investigación.
En la ciudad, se detectó la presencia de asbesto en 180 barrios. Además, el estudio reveló un hallazgo aún más inquietante: el material tóxico también fue identificado en las fuentes de agua de la región. Según el informe, se estima que este material peligroso cubre alrededor de 11 kilómetros cuadrados en la ciudad, lo que se traduce en aproximadamente 1.300 canchas de fútbol.
A pesar de que la ley estipulaba que el Gobierno debía presentar un plan para la sustitución del asbesto a más tardar el 11 de julio de 2024, los avances en este sentido fueron prácticamente inexistentes. La senadora Blel advirtió sobre la persistente amenaza que representa este material altamente tóxico, señalando que en Colombia hay más de 10 millones de toneladas de asbesto instalado. “El asbesto sigue siendo una amenaza latente para los colombianos. La salud y la vida de millones de colombianos sigue en riesgo”, enfatizó la senadora.
Recomendaciones para evitar este material
Es importante no manipular ni retirar materiales que contengan asbesto, ya que su liberación al aire representa la principal fuente de riesgo para la salud. Si se sospecha que una vivienda tiene techos de asbesto, lo más adecuado es contratar a un profesional calificado para realizar cualquier tipo de reparación de manera segura y efectiva.
Además, se sugiere mantener los hogares bien ventilados y limpios, ya que estas prácticas ayudan a reducir la acumulación de polvo de asbesto en el ambiente. Al seguir estas pautas, se busca proteger a los residentes de los peligros asociados con este material tóxico, priorizando así su salud y bienestar.