En la tarde del miércoles 25 de septiembre se confirmó la designación de Fabio Alejandro Mariño Vargas, conocido como Hipólito, excombatiente del M-19, como embajador de Colombia en Panamá. Mariño Vargas ocupará dicho cargo en reemplazo de Mauricio Baquero. La información ya está publicada en el sitio web de Presidencia.
Mariño Vargas se suma a otras designaciones de exintegrantes del M-19, que perteneció en su momento el presidente Gustavo Petro, como la de Vera Grabe y Otty Patiño, jefa negociadora de los diálogos de Paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y alto comisionado para la Paz, respectivamente.
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¿Quién es Fabio Mariño Vargas?
De acuerdo con información de la Agencia de Periodismo Investigativo, Fabio Mariño Vargas, conocido en el pasado como Comandante Hipólito Blanco durante su tiempo en el M-19, mantiene una estrecha relación con el actual mandatario colombiano.
Nacido en Boyacá en 1954, se unió al M-19 a los 18 años, apenas dos años después de la fundación del movimiento. Este grupo insurgente surgió tras las denuncias de irregularidades en las elecciones del 19 de abril de 1970, en las que Misael Pastrana Borrero venció a Gustavo Rojas Pinilla. Durante su tiempo en el M-19, Mariño participó en diversas acciones, incluidas operaciones con la guerrilla sandinista en Nicaragua en 1978, contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Tras su salida del M-19, Mariño Vargas se adentró en la política, integrando movimientos como la Alianza Democrática M-19, Colombia Humana y el Partido Verde. En 1990, fue elegido concejal de Cali y participó en un proyecto de educación para la paz durante el gobierno de Ernesto Samper. Además, fue vocero de los acuerdos de paz del M-19 con el gobierno de Virgilio Barco en 1990.
Mariño Vargas es politólogo y especialista en Administración Pública y Alta Dirección del Estado. Ha trabajado en diversas instituciones públicas, incluidas la Secretaría de Ambiente de Cundinamarca, el Ministerio de Ambiente, la Secretaría de Hábitat de Bogotá y fue subsecretario de Salud en la administración de Bogotá Humana bajo la alcaldía de Gustavo Petro. En 2014, se unió al equipo de Metrovivienda y en 2018 fue asesor de paz de la gobernación de Boyacá y miembro de la junta directiva de Confiar.
No es la primera vez que Mariño Vargas ocupa un cargo público, ya que el 18 de abril de 2023 fue designado integrante del Consejo Superior de la Universidad Militar Nueva Granada, un hecho que provocó rechazo desde varios sectores, especialmente en la oposición y en miembros retirados de la fuerza pública. De hecho, durante dicho nombramiento, la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal fue una de las primeras en reaccionar, con el mensaje: “La guerrillerada al poder”.
Mauricio Baquero, embajador saliente acusado de acoso sexual
Su llegada al alto cargo surge en reemplazo de Mauricio Vaquero, un funcionario con más de 30 años de carrera diplomática, que llevaba dos años en el cargo. Una de sus principales polémicas fue la denuncia que tenía en su contra por acoso sexual.
En 2017, una funcionaria diplomática colombiana denunció al embajador Mauricio Baquero Pardo por acoso sexual durante su misión en Singapur, según informó la revista Semana. La mujer, quien en ese momento se desempeñaba como tercera secretaria, relató que el embajador comenzó a comportarse de manera inapropiada, enviándole mensajes fuera del horario laboral y utilizando apodos como “flaca”.
La denunciante explicó que inicialmente mantuvieron una buena relación laboral, pero que con el tiempo el embajador empezó a mostrar un comportamiento incómodo y coqueteos no deseados. Según su testimonio, Baquero Pardo la invitaba a almorzar solo a ella, a pesar de que trabajaban otras dos mujeres en la oficina. Además, mencionó que el embajador le enviaba emojis de besos y la llamaba por apodos en los chats.
La situación se agravó cuando, según la mujer, el embajador comenzó a ser más insistente y la invitaba a salir, a pesar de estar casado. En una ocasión, Baquero Pardo se ofreció a llevarla a su casa y, al despedirse, le dio una palmada en la pierna y en la nalga, lo que la hizo sentir “asquerosa”.
La mujer presentó una denuncia ante la Oficina de Control Interno del Ministerio de Relaciones Exteriores, que posteriormente fue remitida a la Procuraduría General de la Nación. En una carta dirigida al entonces canciller Álvaro Leyva, la denunciante afirmó que durante la investigación, Baquero Pardo intentó revictimizarla y la culpó de “provocar” su comportamiento abusivo.