La operación Búfalo NK, realizada el 18 de septiembre, fue un golpe conjunto entre las autoridades de República Dominicana y Estados Unidos contra una de las principales redes de tráfico de cocaína.
Diez personas fueron arrestadas, incluidos los líderes Rafael Inoa Santana, alias el Cojo, e Isidoro Rotestan Clase, alias El Men.
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Según la embajada de Estados Unidos en República Dominicana, esta organización, activa desde 2019, enviaba cocaína desde La Guajira, Colombia, hacia República Dominicana mediante lanchas rápidas, para luego distribuirla en Estados Unidos y Europa.
Su principal socio era el colombiano Juan Carlos López Macias, alias el Sobrino, quien mantenía vínculos con la guerrilla del ELN y carteles mexicanos.
Según El Tiempo, alias el Sobrino fue capturado por la Policía de Colombia en junio de 2022 y ha sido mencionado repetidamente por la Fiscalía de República Dominicana en las audiencias relacionadas con la red de narcotráfico. Las autoridades colombianas entregaron pruebas que vinculan a alias el Cojo con alias el Sobrino en la negociación de 500 kilos de cocaína.
Durante la operación, que contó con la participación de 400 agentes dominicanos, junto con la DEA y el Comando Sur de Estados Unidos, se incautaron dos toneladas de cocaína.
Además, se identificaron otros grandes cargamentos movilizados hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa. Alias el Sobrino, detenido en Colombia en 2022, ya había sido extraditado a Estados Unidos en 2012 por narcotráfico.
La red utilizaba no solo lanchas rápidas, sino también correos humanos para transportar drogas en vuelos comerciales a Miami y Madrid. Según las autoridades, parte de la cocaína provenía de laboratorios en Putumayo, Colombia, y era trasladada a la costa caribeña para evitar los controles en los puertos.
Se espera que los resultados de la operación Búfalo NK reduzcan temporalmente el tráfico de cocaína hacia Centroamérica y otras rutas internacionales, golpeando significativamente a la organización.
La Policía Nacional de Colombia destacó que buena parte de la cocaína despachada desde La Guajira era producida en laboratorios del departamento del Putumayo, lo que implicaba un tránsito considerable hacia la costa Caribe, permitiendo así evadir la acción de las autoridades que se enfocaban en los puertos del Caribe colombiano.
Las autoridades de República Dominicana están trabajando para que un juez envíe a prisión a los capturados, y se ha programado la continuidad de las audiencias para este viernes.
Los códigos que utilizaban para el envío y gestión de estupefacientes
Las investigaciones del Ministerio Público de República Dominicana han desvelado un complejo sistema de códigos utilizados por una organización criminal para llevar a cabo actividades ilícitas sin ser detectados.
Las conversaciones interceptadas revelaron que los miembros de la red empleaban términos específicos para referirse a drogas, armas, dinero y otros elementos clave de sus operaciones.
Según el portal Roberto Cavada Noticias, en las comunicaciones, las drogas eran mencionadas como “mercancía”, “ganado”, “cajas”, “comida” o “material”. Las armas se denominaban “traperos”, “bichas”, “escobas” y “cuestiones”, mientras que las municiones se ocultaban bajo los nombres de “vitaminas” o “caramelos”. Las embarcaciones utilizadas para el transporte de estupefacientes eran referidas como “carros”, “rápida”, “taxi”, “camión” o “camioneta”.
El tráfico de dinero también estaba cubierto por códigos: “papelería”, “factura”, “papelitos”, “documentos”, “medicina” y “barras” se usaban para referirse al dinero, mientras que los dólares eran denominados “los verdes” o “verduras”.
Para las operaciones en alta mar, los miembros del grupo usaban “refresco” y “agua” para referirse al combustible, y los teléfonos satelitales eran conocidos como “loro” o “periquito”. Los envíos de drogas se mencionaban como “carrera”, “despacho” o “suelta”, y la autorización para zarpar se daba bajo el código “luz verde”.
El grupo también tenía códigos específicos para describir situaciones de riesgo. La presencia de embarcaciones de la fuerza pública era señalada como “pirañas”, “tiburones”, “infectado” o “mucha pandemia”. Si una embarcación naufragaba, se utilizaba el término “se voltearon”.
Este sistema permitió que la organización realizara grandes envíos de drogas desde la República Dominicana (RD) a Puerto Rico (PR), y a otras regiones como Medellín (medalla), Cartagena (carta) y Barranquilla (quilla), sin levantar sospechas.
Sin embargo, las interceptaciones logradas por el Ministerio Público revelaron la estructura y magnitud de la red delictiva, lo que ha sido clave en la desarticulación de la operación.