Un grupo delincuencial conocido como Los Zetas fue desmantelado en Bogotá gracias a la captura de sus cinco integrantes, informaron las autoridades capitalinas en la mañana del miércoles 25 de septiembre de 2024.
La banda se dedicaba a cometer hurtos a ciudadanos mediante la modalidad de paseos millonarios. Según lo que informó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, las zonas en las que esta organización criminal perfilaba a sus víctimas eran de rumba, ubicadas en las localidades de Chapinero, Fontibón (en específico el sector de Modelia) y Teusaquillo.
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Mediante los “paseos millonarios”, una modalidad de robo que consistía en drogar a sus víctimas para dejarlas en estado de indefensión, explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), brigadier general José Daniel Gualdrón Moreno. Junto a él, el alcalde Galán y el secretario de Seguridad, César Restrepo, brindaron mayores detalles en una rueda de prensa a medios de comunicación sobre cómo operaba la banda.
Sumado a esto, el alcalde de Bogotá y el jefe de la Policía destacaron que los operativos, que permitieron la aprehensión de estos cuatro hombres, se realizaron en San Cristóbal, Puente Aranda, Rafael Uribe y en el municipio de Soacha (Cundinamarca).
Drogaban a las víctimas con benzodiazepina, un medicamento psiquiátrico
Los cinco delincuentes fueron identificados con los alias de James —líder de la empresa criminal—, Campos, Dilan, Tata y Yamid. Uno de los detalles más escalofriantes que se revelaron por parte de las autoridades en medio de la presentación de los capturados antes los medios de comunicación es que para reducir a sus víctimas, los hampones les suministraban medicamentos psiquiátricos a los hombres. Una de estas sustancias se conoció que es la benzodiazepina.
Según el general Gualdrón, se tiene conocimiento de 10 casos documentados, en el que los afectados por el accionar criminal de la organización fueron hombres entre 25 y 35 años, a quienes luego de drogar, los trasladaban hasta otros puntos de la capital, donde eran golpeados y despojados de sus pertenencias y dinero.
El líder de la banda, identificado como alias James, trabajaba con cómplices femeninas en bares y centros nocturnos. Luego de que las mujeres se ganaban la confianza de las víctimas, les suministraban la droga en sus bebidas. Una vez bajo control, las víctimas eran llevadas en taxis a clubes en la Avenida Primero de Mayo (zona de bares ubicada en la localidad de Kennedy), donde otros miembros del grupo usaban violencia para extraerles información bancaria.
El jefe de la Policía recalcó que este resultado fue posible gracias a la acción mancomunada entre la Fiscalía, Policía Judicial y el Gaula. De igual forma se reportó que los cinco capturados enfrentarán cargos por secuestro simple, concierto para delinquir y hurto, y podrían recibir penas de hasta 60 años de prisión.
Durante las diligencias de allanamiento los uniformados recuperaron elementos hurtados como celulares y computadores portátiles, además de 48 cédulas falsas.
El ‘modus operandi’ de Los Zetas en Bogotá
Según lo que detalló el general Gualdrón, a alias James le hallaron las cédulas falsas, cuyo fin según las autoridades, era para “crear diferentes cuentas en la banca digital y transferir el dinero que recaudaba en la comisión de sus delitos”. Pero como quedó evidenciado en varias videos recopilados en el curso de la indagación, “también suplantaba la identidad de las víctimas en establecimientos comerciales para realizar las transacciones”.
En tanto que otra de las aprehendidas, alias Tata tenía la tarea de reclutar a los recolectores “para cobrar las transferencias electrónicas, retiros de cajeros automáticos y compras en establecimientos de comercio”.
Los tres miembros restantes de Los Zetas, alias Campos, Dilan y Yamid eran quienes “ejercían violencia física y psicológica mientras retenían a los hombres”.
Se estima que las ganancias que acumularon los cinco delincuentes, “habrían afectado el patrimonio de las víctimas en por los menos 300 millones de pesos”, expresó el comandante de la Mebog, quien añadió que los responsables tendrán que responder por los delitos de secuestro simple, concierto para delinquir y hurto.
Por su parte, Restrepo subrayó la importancia del autocuidado para prevenir estos delitos, aconsejando a los ciudadanos no aceptar bebidas de desconocidos para evitar caer en situaciones similares. “Eso aumenta el riesgo de perder su voluntad y no solo ser víctima de hurto, sino de otro tipo de delitos”, comentó el secretario de Seguridad.
Por último, y según cifras conocidas durante lo corrido de 2024, se han registrado 735 hurtos a personas con el empleo de este tipo de sustancias, 500 casos menos que en 2023. Chapinero es la localidad más afectada.
No obstante el coronel Gualdrón se mostró preocupado debido a que las cifras pueden ser mayores. “Cuando se hacen los cruces con Medicina Legal realmente son menos (los casos) porque la gente llega, denuncia, mas no se somete a las pruebas de medicina o no quieren seguir con la denuncia porque no quieren poner evidencia que fueron doblega o sometidos a una clase de sustancias”.
Por este motivo el jefe de la Policía invitó a la ciudadanía para que denuncien “si reconocen el modus operandi y especialmente aquellos que han sido abordados en la jurisdicción de Chapinero, Teusaquillo y Modelia (Fontibón) para que denuncien los hechos.
Qué puede causar la benzodiazepina en el organismo
La administración de benzodiazepinas sin control médico puede representar varios riesgos para la salud:
- Dependencia y adicción: sin supervisión puede llevar a la dependencia física y psicológica.
- Sobredosis: tomar dosis altas o combinar con otros depresores del sistema nervioso central, como alcohol, puede resultar en sobredosis.
- Efectos cognitivos: pueden causar problemas de memoria, falta de concentración y deterioro cognitivo.
- Tolerancia: el cuerpo puede volverse tolerante, requiriendo dosis mayores para obtener el mismo efecto.
- Síndrome de abstinencia: dejar de tomar benzodiazepinas abruptamente puede causar ansiedad, insomnio, temblores y, en casos extremos, convulsiones.
- Interacciones con otras medicinas: pueden interactuar con otros medicamentos, aumentando el riesgo de efectos adversos.