Ozempic, junto con otros medicamentos como Wegovy y Rybelsus, ha transformado el tratamiento de la obesidad y diabetes tipo 2, al punto que la revista Science lo nombró como el avance científico de 2023.
Estos fármacos, conocidos como incretinomiméticos o agonistas del receptor del GLP-1, fueron originalmente diseñados para controlar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes, pero su capacidad para promover una pérdida de peso significativa ha generado gran interés.
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Estudios clínicos han demostrado que estos medicamentos pueden ayudar a los pacientes a perder entre el 5% y el 10% de su peso corporal, lo que mejora notablemente la salud cardiovascular y la esperanza de vida. Funcionan al aumentar la secreción de insulina, inhibir la liberación de glucagón y, crucialmente, al reducir el apetito.
No obstante, el creciente uso de Ozempic y otros medicamentos ha generado problemas de desabastecimiento y controversias, especialmente en países donde personas sin diabetes los están utilizando para perder peso.
Además, su elevado costo, que ronda los $1.200.000 y $2.000.000 por mes, representa una barrera considerable para muchos, particularmente en países con economías emergentes o sistemas de salud poco desarrollados.
El contexto de la obesidad en Colombia: una crisis de salud pública
Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, la obesidad en Colombia es una epidemia silenciosa que afecta a más del 56% de la población adulta, con un 37.7% de los ciudadanos presentando sobrepeso y un 18.7% sufriendo de obesidad.
Este panorama es especialmente grave porque la obesidad está estrechamente relacionada con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Entre los niños y adolescentes, la situación también es alarmante, con el 30% de esta población afectada por el sobrepeso y la obesidad.
La aparición de medicamentos como Ozempic ofrece una esperanza para aquellos colombianos que han agotado otras opciones para perder peso y mejorar su salud. Sin embargo, al igual que en muchos otros países, el acceso a estos fármacos es limitado debido a su alto costo y a la falta de cobertura por parte de las aseguradoras de salud.
Otro desafío es el potencial desabastecimiento que puede producirse si la demanda de estos medicamentos crece, especialmente debido a su uso en clínicas privadas de adelgazamiento.
Esta situación ya se ha observado en otros países como Estados Unidos, donde los pacientes con diabetes que realmente necesitan estos fármacos han tenido dificultades para conseguirlos.
Pros y contras del uso de medicamentos como Ozempic
Entre los principales beneficios de medicamentos como Ozempic está su efectividad para reducir el peso corporal, lo que, a su vez, mejora la salud cardiovascular, reduce el riesgo de diabetes tipo 2 y facilita un mejor control de la glucemia.
Además, algunos estudios sugieren que estos medicamentos podrían ofrecer beneficios adicionales, como la reducción de la presión arterial y la protección del hígado y los riñones, lo que amplía su potencial terapéutico.
Sin embargo, existen desafíos y riesgos asociados. Uno de los principales inconvenientes es el alto costo de estos medicamentos, lo que limita su acceso a una gran parte de la población.
En Colombia, donde la obesidad afecta a más de la mitad de los adultos, la posibilidad de que estos fármacos sean accesibles para todos es una cuestión abierta. Los efectos secundarios también son una preocupación importante.
Aunque generalmente son bien tolerados, algunos pacientes experimentan náuseas, vómitos y diarrea. Además, existe la posibilidad de complicaciones más graves, como pancreatitis, aunque la evidencia sobre estos riesgos aún es limitada.
Otro punto de debate es que los pacientes que interrumpen el tratamiento tienden a recuperar el peso perdido. Un estudio publicado en 2022 reveló que los pacientes que dejaron de tomar semaglutida recuperaron dos tercios del peso perdido en un año.
Esto indica que estos medicamentos no son una solución definitiva y que deben combinarse con cambios sostenibles en la dieta y el estilo de vida.