Vandalizaron ambulancia del Hospital Materno Infantil: le destrozaron los vidrios

Un hecho de intolerancia en el municipio de Soledad (Atlántico) fue denunciado por la gerencia de la E.S.E. Hospital Materno Infantil, en donde una ambulancia de la institución fue atacada y destruida por terceras personas.

A través un comunicado, el centro de salud rechazó los actos vandálicos en los que los sujetos golpearon el vehículo que presta los servicios de urgencias en el Centro de Salud 13 de Junio, adscrito a la entidad, “recibió por parte de desadaptados, violentos golpes que destruyeron gran parte de su estructura”.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Según con la institución, el hecho se registró la madrugada de este 22 de septiembre, cuando la ambulancia transitaba por la jurisdicción.

La gerencia del hospital situado en el área metropolitana de Barranquilla compartió en sus redes sociales unas imágenes que muestran el daño infligido a una de sus ambulancias. En las fotografías se observa claramente cómo el vidrio trasero del vehículo quedó completamente destrozado, y una de las piedras lanzadas quedó en el interior del automotor.

Nelson García Pérez, gerente de la institución, informó sobre la situación y declaró que ya están adelantando las denuncias pertinentes ante los entes de competencia para hallar con los responsables de este lamentable hecho. “Estamos en proceso de interponer las denuncias necesarias para que se investigue y se sancione a los responsables”, aseguró el funcionario, citado por la administración del hospital.

El incidente no solo ha deteriorado el vehículo, sino que también ha puesto en peligro la prestación de servicios de salud fundamentales. García Pérez añadió que este tipo de acciones “atenta contra la prestación de los servicios de salud y la garantía” para que los pacientes que requieren atención en centros de mayor complejidad puedan ser trasladados sin problemas.

Las autoridades municipales también se pronunciaron al respecto. Desde la Alcaldía de Barranquilla, se hizo un llamado a la ciudadanía para que denuncie cualquier tipo de acciones violentas que puedan poner en riesgo la integridad de la comunidad.

“Las autoridades de salud del municipio hacen un llamado a la comunidad para que denuncie este tipo de acciones violentas, que le hacen un flaco favor al sagrado derecho a la salud que tiene la población”, indicaron desde la entidad gubernamental.

Finalmente, en otra intervención, Nelson García Pérez reiteró la necesidad de contar con vehículos en buen estado y seguros para asegurar una eficiente prestación de servicios de emergencia. “Esto no es un ataque aislado, es un ataque a la estructura de salud y a todos los que dependen de ella”, dijo el funcionario.

El 21 de agosto, la comunidad médica y las autoridades en Bucaramanga se vieron sacudidas por el impacto de un grave incidente en el barrio San Francisco. Delincuentes aprovecharon un descuido del personal de la empresa IPS AMG para cometer el robo de una ambulancia.

El gerente de AMG, René Mauricio Niño, relató al diario regional Vanguardia que “en un descuido de los muchachos, los delincuentes lograron prender el vehículo y se lo llevaron con rumbo hacia el barrio Nápoles, más abajo de la cancha”.

En esta ocasión, los delincuentes no solo se llevaron el vehículo, sino que también robaron insumos y equipos médicos fundamentales para labores de emergencia. Según Niño, “se llevaron insumos médicos, equipos de monitoreo de signos vitales, el aspirador, balas de oxígeno, la camilla y entre otros”.

El rescate del vehículo ocurrió gracias al sistema de GPS instalado en la ambulancia, lo que permitió a la Policía localizarlo en cuestión de minutos en el barrio Nápoles, al occidente de la ciudad. No obstante, para cuando las autoridades llegaron, el vehículo ya había sido vandalizado e incendiado.

Las pérdidas económicas derivadas de este acto vandálico ascienden a $22′000.000 millones. Este valor incluye equipos médicos de alto costo como monitores de signos vitales, balas de oxígeno y camillas, lo que representa un duro golpe para las capacidades de respuesta médica en la región.