Sigue la alerta por el posible paso de un ciclón tropical por San Andrés: cómo afectaría al archipiélago

San Andrés y Providencia se encuentran en alerta, debido al posible paso de un ciclón tropical que podría afectar estas islas del Caribe colombiano. De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), ante este fenómeno hay tres posibles panoramas.

La alerta se conoció desde la noche del 22 de septiembre. Ante el riesgo que corre el archipiélago, las autoridades decidieron instalar una mesa de vigilancia en la que participan el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil (Aerocivil), Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y la Dirección General Marítima (Dimar).

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De acuerdo con la información revelada por la Ungrd, una de las posibilidades es que el ciclón tropical se forme fuera del mar Caribe. En este caso, no habría posibilidades de que toque a San Andrés y Providencia. En ese primer panorama; sin embargo, sí podrían presentarse afectaciones en las condiciones meteorológicas.

La segunda posibilidad es que el ciclón ingrese al mar Caribe en los siguientes siete días con una formación igual o superior al 50% dentro de esas aguas. En ese caso podría haber una leve afectación de las condiciones océano-atmosféricas.

El tercer escenario, según lo revelado por la Ungrd, es una formación ciclónica entre 30% y 50% en el interior de la cuenca Colombia en las siguientes 72 horas. En ese caso habría afectación en las condiciones océano-atmosféricas en el territorio nacional.

En uno de los más recientes informes emitidos por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres se estableció que también hay probabilidad de que el ciclón pase a la fase de tormenta tropical en las próximas 24 horas.

“El Potencial Ciclón Tropical Nueve continúa su desplazamiento hacia el noroeste fuera del territorio nacional, y se espera que alcance la categoría de tormenta tropical en las próximas 24 horas”, dice el comunicado emitido por la entidad.

De acuerdo con el balance, de manera indirecta, el ciclón ha generado nubosidad, lluvias, descargas eléctricas y vientos moderados en el mar Caribe colombiano y en la zona nororiental del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Por esa razón, las autoridades encargadas decidieron mantener el estado de vigilancia en estas áreas.

“Las condiciones meteomarinas actuales muestran una altura significativa de ola entre 1.2 y 1.4 metros, con vientos del sureste que alcanzan entre 14 y 17 nudos (25 a 31 km/h), con ráfagas mayores en algunos sectores del archipiélago”, dice el informe emitido en la mañana del martes 24 de septiembre de 2024.

Según la información revelada por la entidad, se prevé que las condiciones mencionadas persistan, con lluvias y ráfagas de viento que podrían aumentar el oleaje, especialmente cerca de los cayos del norte del archipiélago.

Las autoridades recomiendan a la población mantenerse atenta a las indicaciones que brinden las autoridades locales, especialmente las emitidas por las respectivas capitanías de puerto en el archipiélago. La vigilancia y el monitoreo continuarán para evaluar la evolución del sistema y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los habitantes y visitantes de la región.

Providencia y Santa Catalina enfrentan una grave crisis ambiental debido a la acumulación de escombros y residuos sólidos dejados por el huracán Iota en 2020. La Defensoría del Pueblo emitió una alerta por el daño ambiental que estos desechos están causando en las islas.

En el primer semestre del 2024 la entidad señaló que la Corte Constitucional había otorgado un plazo de 90 días a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres (Ungrd) y a la Alcaldía de Providencia y Santa Catalina para cerrar definitivamente los terrenos utilizados para el acopio temporal de escombros. Sin embargo, ese plazo expiró sin que se llevara a cabo una gestión adecuada de los residuos, lo que convirtió las áreas afectadas en “botaderos a cielo abierto”.

La acumulación de escombros y residuos sólidos no solo genera contaminación el medio ambiente y dañó a los ecosistemas locales, sino problemas de salud pública debido a la proliferación de vectores, según el seguimiento realizado por la Defensoría. Los habitantes de las islas han expresado sentirse “inundados de basuras”, lo que ha llevado a las autoridades a hacer un llamado urgente para la evacuación de estos residuos.