Capturan a alias El Compita: el narco de las disidencias de las Farc era buscado por Estados Unidos

Alias El Compita, un criminal clave en el tráfico de drogas, fue capturado en la zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, según informaron las fuerzas militares de Colombia.

La detención se produjo en un puesto de control fluvial sobre el río Naya, donde se verificó que una embarcación no tenía su documentación en regla. Entre los cuatro ocupantes a bordo se encontraba alias Meco o El Compita.

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De acuerdo con las investigaciones, El Compita pertenecía a las Disidencias de las Farc y era una figura crucial en la coordinación del transporte de drogas hacia Centro y Norteamérica.

Esta actividad le generaba ganancias a la disidencia de más de $20.000 millones mensuales. Además, el capturado es requerido por las autoridades de Estados Unidos por el delito de tráfico de estupefacientes.

Las autoridades colombianas han intensificado los operativos de control en las vías del departamento con el objetivo de proteger a los actores viales y evitar el transporte de sustancias prohibidas. La captura de El Compita representa un golpe para las Disidencias de Iván Mordisco, ya que afecta las finanzas de este grupo ilegal.

El proceso de extradición de El Compita hacia Estados Unidos ya está en marcha, y el capturado ha sido puesto a disposición de las autoridades competentes para adelantar los trámites legales correspondientes. Esta captura se suma a otros esfuerzos recientes de las autoridades colombianas para desmantelar redes criminales en la región.

Iván Velásquez, ministro de Defensa de Colombia, anunció el 23 de agosto un conjunto de medidas para reforzar la seguridad en el departamento de Chocó, tras evaluar la situación de orden público en un consejo de seguridad.

Entre las principales medidas, Velásquez destacó la ampliación de la presencia de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional en Chocó. Se desplegarán seis pelotones adicionales, que incluirán nuevos efectivos y embarcaciones para el control fluvial. Además, se construirá una estación de policía en el municipio de Lloró.

El ministro también mencionó que el Plan 16.000 de las Fuerzas Militares incrementará el número de efectivos tanto en Chocó como en todo el territorio nacional durante este año y el próximo. De igual manera, el Plan 20.000 de la Policía Nacional aumentará el número de hombres y mujeres en la institución para lograr una mayor presencia territorial.

En cuanto al control fluvial, se fortalecerán las capacidades de la Armada Nacional con la llegada de nuevos botes el próximo mes y otros adicionales el próximo año. Asimismo, se evaluará la viabilidad de crear el Distrito Especial de Policía en Quibdó.

Para combatir la extorsión, Velásquez indicó que se solicitará a la Fiscalía que los grupos Gaula policiales y militares cuenten con fiscales e investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). Según el ministro, “de nada sirve la cantidad de denuncias que siempre estamos invitando a realizar a la ciudadanía si no existen investigadores”.

Nariño ha sido escenario de un nuevo ataque por parte de las disidencias de las Farc que dejó una mujer asesinada y dos soldados heridos. El incidente, ocurrido en Policarpa, fue ejecutado el 23 de septiembre por la estructura terrorista Franco Benavides mediante el uso de explosivos lanzados desde drones y ráfagas de fusil, según informaron las autoridades.

El Ejército Nacional rechazó enérgicamente este acto de violencia que pone en riesgo a la población civil. Hasta el momento, no se han revelado las identidades de las víctimas. Este ataque se suma a una serie de eventos violentos en la región, donde la presencia de grupos armados ilegales ha incrementado la inseguridad.

La violencia en Nariño no es un fenómeno reciente. Durante décadas, el departamento ha sido disputado por múltiples grupos armados, convirtiéndose en un “hervidero de violencia”, como lo describe Elizabeth Dickinson del International Crisis Group (ICG). La situación se agravó con la llegada de la Segunda Marquetalia, una de las principales disidencias de las Farc, que se estableció en la región con el apoyo de cárteles mexicanos.