Mujer embera asegura que utilizaron su imagen sin autorización para el billete de $10.000 y el Banco de la República le respondió

Luego de que Adriana Martínez Dogirama se quejara con la prensa colombiana por un presunto caso de “uso sin consentimiento de su imagen” en el billete de 10.000 pesos colombianos que se emitió en 1992 y estuvo en circulación hasta 1994, el Banco de la República compartió la información encontrada en su archivo sobre el proceso de diseño del billete que pretendía destacar el papel de la comunidad emberá en el país.

De acuerdo con el documento, enviado por correspondencia a revista Semana, la imagen de una mujer de la etnia indígena incluida en el billete de mayor denominación para 1992, corresponde a una representación ficticia, creada a partir de rasgos generales de las emberá.

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Sin embargo, su explicación no termina de convencer, al menos no a Adriana Martínez y a su hija Alejandra Banubio Martínez, que notó el parecido innegable entre su madre y la mujer del billete cuando veía la serie de Netflix El robo del siglo, sobre el robo efectuado a la sucursal del banco en Valledupar durante 1994.

Adriana sostiene que la imagen utilizada en el billete es parte de una fotografía que Mauricio Pardo les sacó a ella y otras dos mujeres cuando tenía apenas 14 años. Versión que habría sido soportada por el fotógrafo, al presentar una declaración juramentada en la que insiste que el banco y sus diseñadores utilizaron la imagen, sin su consentimiento.

Sin embargo, tras revisar su archivo, de la entidad se sostiene en que “en mayo de 1988, el Banco de la República decidió convocar un concurso para la elaboración de los diseños que se incluirían en el billete. En junio de 1988, fueron publicadas las bases del concurso, estableciéndose los requisitos, definición y forma de presentación de las propuestas. En la convocatoria se determinó que el Banco de la República adquiriría la totalidad de los derechos sobre los trabajos premiados”.

Y “del concurso se seleccionaron los trabajos de algunos de los artistas participantes. No obstante, en su momento se consideró que ninguno de ellos sería utilizado en su integridad en ambas caras del billete, por lo que, sobre las obras finalistas, se desarrollaron nuevos bocetos para llegar a un diseño final que lograra recoger la esencia de la cultura emberá y ser plasmado en el billete”.

Sobre el parecido con Adriana explican en su carta enviada al medio citado que “el dibujo de una mujer emberá que se observa en el billete es una obra original en sí misma que se inspiró en rasgos generales de las mujeres de esta comunidad. Se compone de elementos propios de esta cultura, como lo es la pintura facial, la cual generalmente ocupa la mitad inferior de la cara, desde el labio superior hacia abajo y otros símbolos propios de la comunidad, como el collar y los aretes”.

Y por tanto, “eventuales confusiones que se pudieran presentar entre dicha ilustración y una mujer en específico que haga parte de la comunidad emberá, podría ser el resultado de la inclusión de rasgos característicos de esta comunidad indígena”.

De acuerdo con la información disponible sobre el proceso de creación y diseño de los billetes de 1992 para conmemorar el quinto centenario de la llegada de los españoles a América el 12 de octubre de 1492, el dibujo que fue impreso es fruto de la creatividad de quienes ganaron el concurso y se inspiraron en fotografías varias de mujeres emberá:

“Se trata de una ilustración que comprende en su diseño componentes originales basados en elementos y manifestaciones propias de una colectividad. Es así como dicha obra cuenta con la impronta propia de los autores y de las demás personas que hicieron parte del proyecto, reflejando un estilo particular con aspectos originales”.

Su conclusión es, entonces, que “la ilustración que aparece en el billete no consiste en la imagen propia, identificable, inherente e individual de alguna persona, sino en la representación artística de las mujeres emberá. No encontramos antecedentes que den cuenta de una reproducción de una persona especialmente identificada o identificable. Hasta donde hemos podido determinar, no se trata de la imagen de una persona específica”.