Walter Quintero Toro, conocido en el mundo delincuencial como Waltercito, fue asesinado el sábado 21 de septiembre de 2024 en la Cárcel Coiba de Picaleña, en Ibagué. El incidente se registró cuando, presuntamente, Carlos Eduardo Jiménez Barrero, alias Roberto Gavilán, ingresó a la celda número 20 del Bloque Cinco y le propinó diez puñaladas en el pecho y abdomen, según informaron las autoridades.
Walter Quintero Toro era sobrino del extraditado capo Ramón Quintero-Sanclemente, alias RQ, encargado de controlar el microtráfico en el centro del Valle del Cauca y algunas zonas del Eje Cafetero, pero, según la Fiscalía General de la Nación, tras la extradición de su tío a Estados Unidos, Waltercito heredó el emporio criminal.
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El presunto asesino, Carlos Eduardo Jiménez Barrero, se entregó a la guardia del centro carcelario tras cometer el crimen y confesó que lo había hecho por diferencias personales. Jiménez Barrero, de 46 años y natural de Ibagué, está cumpliendo varias condenas por delitos de extorsión y tentativa de extorsión agravada, que suman más de 43 años de prisión.
Waltercito había sido trasladado a la cárcel de Picaleña desde Palmira, Valle del Cauca, apenas diez días antes de su asesinato, esto tras su captura en 2017 en Pereira y condenado a ocho años de prisión por los cargos de fraude procesal, concierto para delinquir, falsedad personal para obtención de documento público, lavado de activos y extorsión.
Carlos Eduardo Jiménez Barrero tiene un historial delictivo extenso. Desde 2010 hasta 2011 extorsionó a cerca de dos mil personas mientras estaba recluido en la cárcel La Picaleña haciéndose pasar por integrante de varias organizaciones criminales como Los Urabeños, Los Rastrojos, Los Paisas, Sebastián o Valenciano, además, ya había cumplido una condena de 28 años y nueve meses por homicidio, concurso homogéneo de extorsiones y concierto para delinquir con fines extorsivos por hechos ocurridos en Medellín.
Celulares en la cárcel de Picaleña
A principios de agosto de 2024, tras un operativo de las autoridades, se incautaron celulares y otros elementos prohibidos al interior de la cárcel de Picaleña, según informó Alerta Ibagué, las autoridades encontraron estos objetos ocultos en caletas dentro de las celdas, lo que permitió a los internos evadir las requisas.
El operativo, realizado en el bloque uno, pabellón siete, contó con la participación del Gaula de la Policía y la Fiscalía, que durante la intervención registraron un total de 280 celdas, resultando en la incautación de 17 celulares, 19 sim cards y 23 accesorios para estos dispositivos.
Por su parte, el coronel Diego Mora, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, en entrevista con el medio citado, explicó que los elementos incautados estaban escondidos en tuberías de aguas negras, en el piso y en ventiladores: “Se realiza allanamiento en el centro carcelario Coiba de Picaleña al bloque uno, pabellón siete, donde se realizó un registro a 280 celdas. Como resultado de estas actividades, se logró la incautación de 17 celulares, 19 sim card y 23 accesorios para estos celulares”.
La investigación reveló que los internos utilizaban los celulares para realizar llamadas extorsivas a ciudadanos de diferentes lugares del departamento, además de los dispositivos móviles, las autoridades también confiscaron 40 armas blancas y 370 gramos de marihuana.
El coronel Mora aseguró que todos los elementos incautados fueron puestos a disposición de la Fiscalía, como parte de las investigaciones en curso contra diversas modalidades de extorsión y estafa carcelaria, dado que este operativo fue parte de una serie de acciones encaminadas a combatir estos delitos dentro del sistema penitenciario.
El pasado 23 de marzo de 2024, se encontraron 34 equipos y 27 sim cards en varias caletas artesanales, lo que permitió a los internos evadir las requisas del personal de seguridad.