Debido a que el fenómeno de El Niño se ha extendido por más tiempo del que se tenía pensado, la Alcaldía de Bogotá ha vuelto a implementar estrategias de racionamiento de agua ante la preocupación que existe por los niveles de los embalses.
Este no es un problema que solo se registra en Bogotá, puesto que a nivel nacional también hay otros espacios que siguen siendo afectados por la sequía, que pone en riesgo zonas hídricas y también hacen que aumente el riesgo de incendios forestales, de los que hay más de 32 activos con corte del 21 de septiembre.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Ante esta situación, el docente Carlos Montes, que es docente de Mecánica de Fluidos e Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Sabana, entregó su postura sobre esta problemática, la postura que se ha tenido para enfrentar la crisis y cómo la sociedad es vital en esto.
En primer lugar, Montes recordó que Colombia no es el único país que está siendo afectado por el fenómeno y destacó que, aunque hay formas de tener alertas y prevenir las crisis, estas no son 100% exactas.
El problema de escasez de agua es algo que se puede observar en varias ciudades y países a nivel mundial, que es algo que se evidencia en los patrones de lluvia, hay algunas zonas que son más vulnerables a estos cambios, pero en general se observan por el factor clima, que es algo que no podemos controlar”.
Profundizando en este tema, el docente recordó que una sequía en Uruguay provocó graves problemas económicos, puesto que las autoridades no tenían previsto que el tiempo sin lluvia se extendiera tanto; debido a esto, indicó que, si este problema se mantiene, no será extraño que las medidas de racionamiento aumenten en el país.
“Los gobiernos se ven obligados a ampliar e invertir en estructuras hídricas, hay casos de países que han batallado más con estas crisis, Uruguay se quedó sin agua y sufrió su economía. Las mayores consecuencias son que en el corto plazo, en algún punto habrá que pensar si se tiene un racionamiento más estricto, si en el futuro no se normalizan las lluvias, la única forma de ralentizar el vaciado es reduciendo el consumo”.
Montes indicó que entiende que existan opiniones divididas sobre las medidas que se han establecido en Bogotá por parte del distrito y a nivel nacional por el Estado, pero recordó que la responsabilidad también es de los ciudadanos en general.
“Más allá de que nos afecta a todos, esto ya se ha dicho muchas veces, que la gente entienda que lo más importante es que el agua es un recurso, que no es infinita”.
Por último, recordó que hay medidas que no toman tiempo, no afectan la rutina de las personas, pero que terminan siendo claves a la hora de mermar el uso de agua en cada hogar.
“A nivel hogar, como respuesta inmediata es cambiar los grifos, recolectar el agua, esas medidas son sencillas, no afectan el patrón de consumo, pero si ayudan de manera externa, los grifos de aire, la tecnología hace que consuma menos agua, esa agua se puede aprovechar. La gente puede hacer muchas cosas que se salen de las manos del distrito”, destacó el docente al respecto.
Además de anunciar que desde 29 de septiembre los turnos de racionamiento se rotarán nuevamente cada 10 días en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán informó que serán tenidos en cuenta tres puntos cruciales en esta etapa, los cuales son:
- Prohibición de usar agua potable para lavado de fachadas, parqueaderos y vehículos, entre otros.
- Amonestaciones, multas u órdenes de suspensión de actividades a quienes violen las normas de policía relacionadas con la preservación del agua o medidas de racionamiento.
- Medidas pedagógicas como acompañamiento a propiedades horizontales con alto consumo de agua, talleres de concientización y acciones pedagógicas en colegios distritales.