El supuesto asesino del sacerdote Darío Valencia confesó que no habría sido por temas pasionales

El padre desapareció en el mes de abril del presente año y hasta septiembre se hallaron sus restos en Caldas

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Durante nueve horas, el confeso
Durante nueve horas, el confeso asesino de Darío Valencia Uribe contó detalles del crimen - crédito redes sociales

Julián Eduardo Cifuentes Gómez, el hombre acusado de asesinar al sacerdote Darío Valencia, fue detenido en París tras una investigación que duró varias semanas. Según la Fiscalía General de la Nación, el sacerdote había desaparecido el 25 de abril en Pereira (Risaralda), y sus restos fueron hallados el 20 de septiembre en una zona rural de Belalcázar (Caldas).

El acusado confesó a los detectives que el homicidio ocurrió durante la transacción de un vehículo que el sacerdote estaba vendiendo.

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En medio del trámite, y por razones aún no esclarecidas, Cifuentes Gómez disparó al sacerdote dentro del automóvil. Las autoridades encontraron el vehículo abandonado con manchas de sangre que correspondían a la víctima.

Después de cometer el crimen, Cifuentes Gómez ocultó el cuerpo del sacerdote y trató de eliminar las evidencias. Utilizando su conocimiento en senderismo, se adentró en las montañas de Caldas y arrojó los restos al vacío. Posteriormente, huyó a Francia, donde fue detenido.

Después de cometer el crimen,
Después de cometer el crimen, Cifuentes Gómez ocultó el cuerpo del sacerdote y trató de eliminar las evidencias. - crédito redes sociales

Una comisión de la Fiscalía viajó a París para interrogar a Cifuentes Gómez durante nueve horas consecutivas. Aunque inicialmente no mostró disposición para colaborar, finalmente confesó el crimen y proporcionó detalles sobre el asesinato y la ubicación del cuerpo.

De acuerdo con una fuente cercana a la investigación, le contó a la revista Semana que luego de la confesión del acusado: “Él dijo que no había sido por temas pasionales, como inicialmente se había especulado, sino por plata, fue por dinero, cuestiones económicas del carro que estaba en venta”.

Fue así como Cifuentes entregó a los funcionarios y la Policía las coordenadas exactas del lugar en donde había enterrado al sacerdote. Las autoridades dieron la celeridad de la búsqueda durante la tercera semana de septiembre hasta que lograron dar con sus restos óseos.

¿Cómo se encontraron los restos del padre Darío Valencia?

La desaparición del religioso, que tenía 59 años, ocurrió el 25 de abril cuando se fue en su vehículo acompañado por Julián Eduardo Cifuentes Gómez, su posterior asesino confeso. Según una cámara de vigilancia del sector, se les vio partir con rumbo desconocido, siendo esta la última vez que se vio con vida a Valencia.

La desaparición ocurrió el 25
La desaparición ocurrió el 25 de abril cuando se fue en su vehículo acompañado por Julián Eduardo Cifuentes Gómez - crédito Captura de video

El abogado de la víctima, Renato Marín, confirmó que la diócesis está al tanto de la situación: “Estoy acá en la Diócesis con este tema. Entiendo que esta va a sacar un comunicado acerca del tema”, dijo Marín.

La Fiscalía General de la Nación, a través de la Seccional de Risaralda, realizó la exhumación de un cuerpo humano en la vereda La Cascada, en Belalcázar, Caldas, utilizando caninas especializadas en búsqueda de restos humanos junto con el Gaula de la Policía Nacional. “Al culminar ese proceso se harán las comunicaciones respectivas”, subrayó la Fiscalía. Los restos encontrados fueron entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para su identificación.

En un principio, se creyó que Cifuentes Gómez tan solo era un intermediario en la venta del vehículo del sacerdote. Pero de acuerdo con información detallada por el diario El Tiempo reveló la profundidad de la relación entre ambos.

El acusado del asesinato del
El acusado del asesinato del padre tendría una cercana relación- crédito Colprensa y Redes sociales

La víctima y su asesino se conocían desde hace años y mantenían una relación de confianza. “Tenían una cercanía como amigos desde hacía muchos años (...) efectivamente por lo menos existía un alto grado de confianza entre el investigado y el padre Valencia”, indicó el abogado de Valencia al medio mencionado.

Renato Marín también informó que existían vínculos comerciales entre Valencia y Cifuentes, particularmente negocios relacionados con la compraventa de vehículos. “Uno le prestaba plata al otro y, aparentemente, el detonante (de la desaparición y posible asesinato del sacerdote) fue por la compra y venta de un vehículo del padre”, agregó Marín.

Cifuentes Gómez fue capturado dos días después de la desaparición de Valencia en el aeropuerto Charles de Gaulle en París, Francia, gracias a una circular azul de Interpol. A comienzos de septiembre, el Gaula de la Policía Nacional y un fiscal especializado viajaron a Europa para interrogar a Cifuentes, que confesó haber disparado cuatro veces al sacerdote.

Días después de la desaparición de Valencia, su vehículo fue encontrado en un lavadero de carros en Viterbo, Caldas, con un orificio de bala, lo que aumentó las sospechas sobre su asesinato. Aunque inicialmente se evitaba referirse al caso como un homicidio, la confesión de Cifuentes Gómez y la evidencia hallada han cambiado el curso de la investigación y la narrativa oficial.

Con la exhumación del cuerpo en Belalcázar, se espera que las pruebas forenses confirmen la identidad del sacerdote desaparecido, proporcionando algún grado de cierre a sus seres queridos y a la comunidad religiosa a la que servía.

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