Hasta el 2025 el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, esperará para fijar su nueva posición con respecto a la crisis que se desató en Venezuela por cuenta de la señalada reelección fraudulenta del jefe del régimen, Nicolás Maduro.
Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el país hermano, dio como ganador al sátrapa, sin que aún se conozcan las actas de las votaciones que se realizaron el pasado 28 de julio, la posición diplomática colombiana se ha abstenido tanto de reconocer o no a Maduro como mandatario, aunque ha insistido en que se presente la evidencia señalada.
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Sin embargo, en una entrevista que concedió en Europa Press el pasado viernes, el viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Jorge Rojas, indicó que esperarán a que concluya el periodo establecido por la Constitución venezolana para que se lleve a cabo la posesión presidencial en ese país.
“Esperaremos hasta el 10 de enero porque es la fecha en la que se dará la transición. Hay un margen de incertidumbre y queremos facilitar el diálogo político”, indicó el vicecanciller en la sede de la Casa América, en Madrid (España).
Durante el mismo diálogo con el medio de comunicación internacional, Rojas dejó entrever en que insistirán que el régimen de Maduro inicie una salida paulatina del poder donde reconozcan la convocatoria que lograron entre María Corina Machado y Edmundo González, ahora exiliado en el país europeo.
“Venezuela va a tener que reconocer que hay un actor político que se llama oposición, con todas sus diversidades, y que hay un actor político que se llama Gobierno o chavismo, con todas sus características”, indicó.
El funcionario de primer nivel del Gobierno Nacional recordó en la entrevista que desde Colombia se aboga por una “salida democrática” dentro de una “cohabitación” en Venezuela entre las dos fuerzas políticas.
En su momento el mismo presidente Petro señaló que podría ser similar a la del Frente Nacional en Colombia, lo que provocó controversia, ya que el M-19, guerrilla de la que fue militante, se alzó en armas, entre otras razones, porque en ese periodo la presidencia se intercalaba cada cuatro años entre conservadores y liberales, sin dejar espacio a otras colectividades o ideologías políticas, como las de izquierda.
En este sentido, el viceministro ha apostado por la “responsabilidad” y la “cautela”, y ha aclarado que por el momento queda reconocido el “Gobierno en funciones” hasta el próximo mes de enero, sin arrojar más luz sobre lo que podría deparar el futuro.
No obstante, ha hecho hincapié en que las realidades venezolana y colombiana repercuten la una sobre la otra y ha puntualizado que es importante fortalecer las relaciones bilaterales a pesar de no poder reconocer los resultados de los comicios celebrados en julio dado que Caracas “no ha publicado las actas, tal y como estaba previsto según la legislación electoral”.
El 10 de enero de nuevo de pone de presente, luego de que saliera a colación anteriormente por diferentes actores políticos: desde la opositora María Corina Machado, que aseguraba que sería el día en que Edmundo González tomaría posesión como nuevo presidente antes de que abandonara el país, hasta el Gobierno de los Estados Unidos, que planteaba en agosto pasado que para entonces habría construido una salida la crisis.
Sobre la salida de González, Rojas lamentó la situación y volvió a reiterar que se debe “facilitar un puente de diálogo”, en la que también participe España, tras el exilio de Edmundo González, más ahora que el Parlamento Europeo lo reconoció como el presidente de Venezuela.
“Tiene esa responsabilidad ahora de darle refugio, pueda ayudar también”, indicó el viceministro de Relaciones exteriores.