En medio de la tensión entre el Gobierno y el Congreso, que ha paralizado la mayoría de los proyectos presentados por el Ejecutivo, los temas económicos enfrentan los mayores desafíos. A pocos días de la primera discusión del presupuesto en el Congreso, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, mantiene la esperanza de convencer a los legisladores para que aprueben el presupuesto de 2024 por $523 billones. De lo contrario, advirtió, el presupuesto podría tener que ser aprobado por decreto.
En una entrevista concedida a Colprensa, Bonilla defendió la necesidad de los $12 billones adicionales que se esperan recaudar con la Ley de Financiamiento, a pesar de la negativa del Congreso a discutirla por motivos políticos. “No hay nada en la ley que no les guste”, aseguró, agregando que el Congreso se niega a votar por razones de ego y malentendidos sobre su naturaleza, tachándola incorrectamente de una reforma tributaria.
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Esperanzas en el Congreso y ajuste de recursos
Bonilla explicó que, a pesar de las dificultades, aún hay tiempo para negociar y llegar a acuerdos antes de que el presupuesto se vote en primer debate el 24 de septiembre. El ministro aseguró que el debate se ha centrado en los ingresos y la falta de $12 billones, lo cual ha retrasado la aprobación. Sin embargo, ahora que se analiza el gasto, los congresistas han mostrado más interés en reasignar y aumentar recursos que en reducir el presupuesto.
Según Bonilla, gran parte de las más de 240 proposiciones presentadas por los congresistas buscan adicionar recursos, aunque no se ha definido la fuente de estos fondos. “Si quieren adicionar recursos, díganme la fuente”, subrayó.
La Ley de Financiamiento y los intereses políticos
El ministro criticó la falta de voluntad política para discutir la Ley de Financiamiento, que incluye tres elementos: incentivos para la reactivación económica, la búsqueda de nuevos ingresos y la actualización de la regla fiscal. Bonilla destacó que los congresistas no se oponen a los puntos específicos de la ley, como la tributación de plataformas de juegos de azar, pero que el debate se ha estancado en las comisiones debido a intereses políticos y conflictos sobre el proceso legislativo.
Al responder a las críticas sobre la baja ejecución presupuestal y las demandas de austeridad, Bonilla explicó que el presupuesto se divide en funcionamiento, deuda e inversión, siendo esta última la más sacrificada. Además, defendió la ejecución de los gastos de funcionamiento, argumentando que son inflexibles, especialmente en áreas como las Fuerzas Militares y la justicia.
Si el presupuesto se aprueba por decreto y los $12 billones adicionales no se logran recaudar, Bonilla advirtió que el Gobierno tendría que aplazar ciertos gastos al inicio de 2025, ajustando el presupuesto a la realidad de los ingresos disponibles.
Respecto a las preocupaciones sobre una posible cesación de pagos, Bonilla negó categóricamente tal riesgo. Explicó que, aunque la Comisión Interparlamentaria no se ha reunido para dar el concepto sobre la emisión de bonos, el Gobierno tiene mecanismos para proceder sin este aval, aunque espera evitar esa situación. “Lo que queremos es que salga el concepto previo de la Comisión y sigamos adelante”, puntualizó.
Optimismo en la recuperación económica
Bonilla también se mostró optimista sobre la economía del país, señalando que el PIB podría crecer más del 2% este año, superando las expectativas iniciales. Destacó que la recuperación actual se está logrando sin recurrir a un aumento de la deuda, lo que considera un crecimiento más real y sostenible en comparación con los años anteriores.
La industria ya muestra señales de reactivación, y aunque el comercio aún no ha sentido plenamente los efectos, se espera un repunte en la temporada decembrina. “Podemos esperar que, en el mejor de los casos, terminemos este año en 2% y recuperemos la senda de más de 3% en 2025″, afirmó.
Finalmente, Bonilla desestimó las preocupaciones sobre una posible pérdida de independencia del Banco de la República ante los próximos nombramientos que deberá hacer el Gobierno. “No debería haber problema”, concluyó.