Embajadora contra antisemitismo de EE. UU. acusa a Petro de esparcir una “retórica” antisemita: él le contestó

El presidente colombiano defendió su postura sobre los palestinos y afirmó que también son semitas según la Biblia. El debate refleja profundas divisiones y complejidades históricas

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El presidente Petro aseguró que él no es antisemita - crédito Colprensa/@StateSEAS/X
El presidente Petro aseguró que él no es antisemita - crédito Colprensa/@StateSEAS/X

Gustavo Petro y la embajadora de Estados Unidos para el Monitoreo y la Lucha contra el Antisemitismo, Deborah Lipstadt, protagonizan un nuevo enfrentamiento diplomático. Lipstadt acusó al presidente colombiano de emplear una retórica que, según ella, normaliza el antisemitismo. “No podemos aceptarlo. No podemos tolerarlo. Debemos condenar estas narrativas dañinas”, afirmó la diplomática estadounidense en su cuenta de X.

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El conflicto se intensificó cuando Petro respondió a través de sus redes sociales, negando ser antisemita y argumentando que su postura se basa en la defensa de los derechos de los palestinos. Señora embajadora. Los palestinos son semitas de acuerdo a la biblia, dado que la palabra semita designa a los descendientes de Sem y su lengua. Por tanto es antisemita matar niños y niñas arrojando bombas en Gaza y no oponerse a ello. Lo más antisemita que hay hoy es repetir el holocausto de Hitler sobre la humanidad y en especial sobre el pueblo palestino. Yo no soy antisemita, no confunda y respete”.

Añadió que no es “antijudío, creo en la libertad de cultos y si hubiera nacido en esa época hubiera dado mi vida en la resistencia armada contra los nazis. Pero creo en la libertad que genera el derecho internacional, el que se construyó ante la derrota de Hitler por norteamericanos y soviéticos y por todos los pueblos del mundo: la humanidad. El señor Netanyahu y su gobierno, reo ausente de la justicia internacional, no es el semitismo, es el nazismo”, añadió, refiriéndose al Holocausto y a su oposición a las acciones del gobierno de Israel en Gaza.

A través de su cuenta de X le respondió a Lipstadt- crédito @petrogustavo/X
A través de su cuenta de X le respondió a Lipstadt- crédito @petrogustavo/X

Este intercambio de declaraciones se suma a una serie de tensiones entre Petro y representantes de la comunidad judía y el Gobierno de Israel. La embajadora Lipstadt ha sido enfática en su condena a los comentarios de Petro, haciendo hincapié en la importancia de no normalizar discursos que puedan ser interpretados como antisemitas.

El presidente colombiano ha mantenido una postura crítica hacia las políticas de Israel, especialmente en relación con el conflicto palestino-israelí. Esta postura ha generado controversia y ha sido interpretada por algunos como una forma de antisemitismo, aunque Petro insiste en que su crítica se dirige exclusivamente a las acciones del gobierno israelí y no a la comunidad judía en general.

El debate sobre lo que constituye antisemitismo y cómo se debe abordar es complejo y multifacético. La definición de antisemitismo incluye no solo el odio hacia los judíos como individuos, también la hostilidad hacia el Estado de Israel en formas que pueden ser percibidas como discriminatorias.

La embajadora aseguró que el presidente esparce un discurso antisemita - crédito @StateSEAS/X
La embajadora aseguró que el presidente esparce un discurso antisemita - crédito @StateSEAS/X

La controversia entre Petro y Lipstadt pone de relieve las dificultades de navegar estas aguas políticas y diplomáticas, especialmente en un contexto global donde las tensiones religiosas y étnicas son particularmente sensibles. La respuesta de Petro, que intenta redefinir el término “antisemita” para incluir la defensa de los palestinos, añade una capa adicional de complejidad al debate.

Este incidente también refleja las tensiones más amplias entre Colombia y Estados Unidos en temas de política exterior y derechos humanos. La administración de Petro ha adoptado una postura más independiente y, en algunos casos, confrontacional en comparación con sus predecesores, lo que ha llevado a fricciones con aliados tradicionales como Estados Unidos.

La situación sigue evolucionando, y es probable que continúe generando debate tanto en Colombia como en la comunidad internacional sobre la naturaleza del antisemitismo y la legitimidad de las críticas a las políticas de Israel.

Los semitas son pueblos que descienden de Sem - crédito tomado de @DiegoBenKar/X
Los semitas son pueblos que descienden de Sem - crédito tomado de @DiegoBenKar/X

Qué es el antisemitismo

El antisemitismo en línea se ha convertido en una preocupación urgente debido a la propagación de discursos de odio en el espacio digital. En la última década, las redes sociales y otros medios digitales han amplificado narrativas antisemitas, lo que ha llevado a un aumento en la violencia y la discriminación contra las comunidades semitas en todo el mundo. Según expertos, este tipo de retórica puede persuadir a individuos para que aprueben o incluso cometan actos violentos, justificándolos como defensa moral.

El antisemitismo se define como una percepción negativa o prejuicio hacia los pueblos semitas. Esto puede manifestarse tanto en palabras como en acciones. Las expresiones físicas y retóricas del antisemitismo pueden dirigirse a personas, así como a sus bienes, instituciones comunitarias y lugares de culto. En otras palabras, cualquier comunicación que ataque o utilice un lenguaje peyorativo o discriminatorio en referencia a personas o grupos basándose en su religión, etnia, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otras formas de identidad, se considera discurso antisemita.

Los pueblos Semíticos

La región conocida como la Media Luna Fértil, que abarcaba Mesopotamia, Siria y Palestina, se desarrollaron algunas de las civilizaciones más influyentes de la antigüedad. Estos territorios fueron el hogar de diversos pueblos semíticos que son los descendientes de Sem hijo de Noe, cuyos idiomas y culturas dejaron una huella indeleble en la historia.

Los acadios, habitantes de Mesopotamia, dominaron la región desde aproximadamente el 2.350 hasta el 538 a.C., Su idioma, el acadio, escrito en tablillas de arcilla con signos cuneiformes, fue la lengua franca del mundo antiguo durante más de un milenio. Ciudades como Ur, Babilonia y Nínive y gobernantes como Sargón I, Salmanasar III y Asurbanipal son testimonio de la grandeza de esta civilización. El código de leyes de Hamurabi, aunque amorreo, también es un legado de esta época.

La mayoría se asentó en la Media Luna Fértil - crédito tomado de @_vicks__/X
La mayoría se asentó en la Media Luna Fértil - crédito tomado de @_vicks__/X

Los arameos se destacaron más como mercaderes y transmisores de cultura que como creadores. Establecidos en Siria desde alrededor del 1.700 a.C., hasta la época de Cristo, ciudades como Damasco, Alepo y Hamat fueron centros importantes. Su idioma, el arameo, reemplazó al acadio como lengua internacional y fue adoptado por los judíos tras su regreso del exilio, siendo utilizado en gran parte del Talmud y en partes del libro de Daniel.

En el sur de Siria y Palestina, los cananeos fueron un grupo de pueblos que incluyeron a los edomitas, amonitas y moabitas. Los cananeos son reconocidos por la invención del alfabeto. Los fenicios, un pueblo cananeo, dominaron el Mediterráneo entre el 1.200 y el 400 a.C., utilizando el mar como su principal vía de comercio.

Los árabes, aunque poco se sabe de ellos antes de Mahoma, hicieron contribuciones significativas después de la llegada del Islam, aunque estas están fuera del alcance de este análisis. Finalmente, al otro lado del mar Rojo, los etíopes desarrollaron una civilización semítica floreciente desde el 500 a.C. hasta la época de Mahoma.

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