Esta es la peculiar razón por la que Polilla no asistía a los eventos familiares de la Gorda Fabiola

Nelson Polanía, esposo de la humorista, no tenía buena relación con los otros hijos de Fabiola

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Esta es la razón por
Esta es la razón por la que Polilla no compartía con los hijos del primer matrimonio de su esposa, la Gorda Fabiola - crédito @gorditafabiola/Instagram

El 19 de septiembre de 2024, la noticia del fallecimiento de Fabiola Posada, la Gorda Fabiola, una de las humoristas más reconocidas y queridas por los colombianos, entristeció a todo el país.

La comediante se ganó el corazón de más de una generación por su capacidad de hacer reír y ponerle buena cara a los momentos más difíciles cada fin de semana en el programa Sábados Felices.

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Una de las personas que la acompañó durante gran parte de su vida fue su segundo esposo, Nelson Polania, más conocido como Polilla, con quien Fabiola se casó hace 28 años, luego de quedar flechado por la personalidad arrolladora de la humorista. Con el tiempo se convirtieron en una de las parejas más sólidas y queridas de la televisión nacional, pero esa cercanía y complicidad no se trasladó a los hijos de la samaria producto de su primer matrimonio.

Alejandra Valencia y Polilla no
Alejandra Valencia y Polilla no tenían buena relación - crédito @alejavalenciapo/X

La distancia entre Polilla y sus hijastros se evidenció en la boda de la hija mayor de la Gorda Fabiola, que se realizó en 2022 en Subachoque, Cundinamarca, pues Polanía no asistió al compromiso. Ante las preguntas y críticas de los seguidores de la comediante tuvo que salir a explicar la situación al público.

De acuerdo con las declaraciones de Fabiola, no había una buena relación entre ambos desde el inicio de su compromiso, pese a sus esfuerzos por lograr que se la llevaran bien.

“Hay gente que dice, ‘pero no estuvo Polilla’, no sean tan quisquillosos. Les voy a explicar, no hay relación alguna, ni trato, ni contratos entre mi hermana Rosario y mi hija Alejandra con Polilla y eso viene desde hace mucho tiempo y eso yo les he contado a ustedes que es la parte que me aflige en la felicidad que yo mantengo en mi vida, yo creo que tocará esperar más tiempo a ver si ellos se reconcilian”, reveló La gordita Fabiola en aquella ocasión.

Así fueron las tres bodas de la Gorda Fabiola y Polilla

La pareja de comediantes se
La pareja de comediantes se casaron en tres ocasiones - crédito Caracol Televisión

Aunque la relación tuvo altibajos, eso no impidió que la Gorda Fabiola y Polilla fuesen felices durante sus 28 años de casados, en los que en varias ocasiones reafirmaron su amor volviendo al altar. Así lo reveló Nelson Polanía justo antes de la muerte de su pareja.

En entrevista con Los 40, en el programa Los Impresentables, el humorista aseguró que la primera boda fue en Miami, Estados Unidos, para conseguir la visa de su hijo David de la manera más rápida posible.

“Yo me casé primero por lo civil para sacarle la visa a mi hijo, porque en esa época no la tenía, ya que no estábamos casados, entonces le pedí matrimonio a la ‘Gorda’ en un programa de Marta Susana en Miami. Me dijeron: ‘¿Por qué no se casa con la ‘Gorda’?’. Yo respondí: ‘Claro, ¿por qué no?’ Pedí matrimonio en el programa y nos dieron la luna de miel: diez días en Miami”, comentó.

La segunda ceremonia la celebraron en Las Vegas, en la que contaron con un peculiar invitado, pues el cura que los casó era un imitador de Elvis Presley. Sobre esa experiencia, Polilla contó: “Ya después nos casamos en Las Vegas, como a los siete años, un matrimonio muy bacano, nos casó un Elvis Presley, fue muy chévere”, añadió el humorista al medio citado.

Polilla y la gorda Fabiola tuvieron un matrimonio católico cuando tenían 19b años juntos - crédito @gorditafabiola/Instagram

Por último, la pareja de comediantes se casó en 2016, cuando se unieron en un matrimonio religioso celebrado en Colombia, luego de que la samaria anulara su primer compromiso con Mauricio Valencia: “Un día le dije a la Gorda: ‘Oye, ¿tú no has hecho la nulidad de tu matrimonio?’ Porque ya estaba separada, pero no había hecho la nulidad, y un padre nos había dicho que ya se podía hacer. Entonces yo le dije: ‘Gorda, sepárese, haga la nulidad del matrimonio y casémonos’. Ella dijo: ‘Ay, ¿de verdad?’ Y así fue”.

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