⁠TikToker bogotano visitó el cementerio de Bogotá donde dicen que venden huesos humanos a estudiantes de medicina y a brujas

Según supuestos testigos Quienes habrían realizado negocios de este tipo revelaron que los precios van desde los 10.000 y hasta los 50.000 pesos

Según estudiantes de medicina, un diente puede cponseguirse desde los 10.000 pesos - crédito Uasep

Según muestra en un video, el creador de contenido José Ramírez visitó el cementerio Matatigres, en el sur de Bogotá, también conocido como ‘el cementerio de los pobres’, porque entre los años 80 y 90 solo se enterraban a personas de bajos recursos, habitantes de calle y NN.

Sin embargo, su interés en Matatigres va más allá de los muertos, pues son sus visitantes los que protagonizan el mito urbano de que “el cementerio que vende cadáveres ilegalmente en Bogotá a estudiantes de medicina”.

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Pero no es el único mito. También se dice que las paredes y techos del cementerio están forrados en huesos, aunque la única forma de averiguarlo sería rompiendo una y esto es imposible, según Ramírez.

Pero ese es un caso contrario al del mito sobre la venta de huesos, que sí trató de comprobar, junto algunos amigos, negociando con los cuidadores del campo santo.

Huesos humanos podrían conseguirse en cajones regados por el cementerio - crédito Jose Ramirez / Facebook

“Lo que es la info sobre que venden huesos en este cementerio me lo pasó un estudiante de medicina”, reveló, para luego compartir el audio en el que le explicaban cómo funciona.

“Yo soy estudiante de medicina y estudio acá en Bogotá. Por el cementerio de Matatigres venden huesos humanos, partes, dientes y así. Básicamente, es algo ilegal, pero yo voy con mi carné universitario y ya por ser estudiante de medicina el proceso es mucho más fácil, aunque imagino que habrá gente que lo utiliza para temas relacionados con la brujería”.

Desde la reja, extraños relatos rondan el cementerio, como ese de que taxistas, sicarios y trabajadores sexuales dejan bolsas con agua colgadas de la malla para pedir a los difuntos que los ayuden.

Suelen dejarlos los días lunes, o día de las santas almas y, de acuerdo con el tiktoker, quienes mantienen la creencia “hacen un ritual, comprando una vela de cebo y una bolsa de agua que cuesta trescientos pesos, para así pedir su deseo.

Lo conocen como ‘brindarles agua a las almas’ y es solo el primero de una larga lista de elementos que le dan cierto toque paranormal al cementerio, del que también se dice se encuentra sobre una antigua fosa común.

Los números escritos en el cementerio suelen ser para pedir la pronta liberación de presos - crédito Uasep

Cuerpo sin reclamar y partes humanas eran enterradas en el hoy parque, pero “en 1994 los residentes de Villa Mayor pusieron una tutela para que dejaran de sepultar personas en este lugar”.

Pero las irregularidades continuaron, según estudiantes de medicina, hasta hoy: “Yo estudio medicina y entre lo que sé es que un diente está costando entre 10.0000 a 20.000 pesos, mientras que un hueso lo consiguen desde los 30.000 y hasta los 50.000 pesos. Ese es un mercado clandestino que lleva muchísimos años funcionando”.

Al llegar, Jose y sus amigos tenían instrucciones claras de buscar unas escaleras en las que, supuestamente, se encuentra un cajón lleno de restos humanos, pero no era tarea fácil pues, “este es el segundo cementerio de Bogotá con más curiosidades, donde se maneja mucho la brujería”.

A las afueras del cementerio, suelen dejarse bolsas con agua y velas en medio de rituales - crédito Uasep

Aunque, con todo y eso, el grupo dijo sentirse mejor, energéticamente, en el cementerio y no en el parque, pues las tumbas suelen tener flores y objetos que en vida fueron especiales para los difuntos. Otro elemento que atraería a quienes practican la brujería y pagan a muy buen precio la tierra de muerto.

“Durante nuestra travesía nos acercamos a unos botes de basura y la gente del lugar se puso muy nerviosa al vernos con cámaras, parecía como si no quisieran que viéramos algo. Y después de buscar por un buen rato, encontramos las escaleras, donde supuestamente, estaba el cajón de huesos. Vimos número escritos en las paredes del cementerio y se supone que son los números de celda de algunos presos que esperan salir rápido pidiendo el favor a sus muertos”.

Y, justo antes de ser obligados a salir, se encontraron con el cajón, al que lograron acceder a través de un hoyo, que estaba a medio tapar con palos. “Efectivamente, lo de que en ciertas zonas hay cajones con hueso es cierto”, pero lo de la venta aún es incierto.