En la mañana de este jueves, el mundo de la comedia y el entretenimiento colombiano recibió una dolorosa noticia: el fallecimiento de Fabiola Emilia Posada, conocida cariñosamente como la ‘Gorda Fabiola’.
La triste confirmación llegó a través de Gabriel De las casas, director del programa de radio La Luciérnaga, donde la humorista había compartido muchas de sus vivencias y reflexiones a lo largo de su carrera.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
La Gorda Fabiola fue una figura icónica, no solo por su talento innato para hacer reír, sino también por su valentía al enfrentar los retos de la vida. En una emotiva entrevista con La Opinión, reveló su deseo de ser recordada de una manera especial.
“Siempre he soñado con que mi tumba tenga un epitafio que diga: ‘Descansa en paz, alma mía, solo querías reír’”, confesó.
Fabiola dedicó gran parte de su carrera a empoderar a las mujeres, especialmente aquellas de tallas plus.
En sus palabras, “las mujeres de tallas plus deben buscar sus fortalezas y sacar provecho de ellas”, destacando que “para nosotras también hay espacio”.
Su mensaje era claro: la belleza no se define por un número en la balanza, sino por la confianza y el amor propio. En su visión, el verdadero legado era que todos, independientemente de su apariencia, aprendieran a reírse de sí mismos y a encontrar la felicidad en las adversidades.
La humorista también hizo hincapié en la importancia de la risa como un remedio infalible. “Reír llorando es lo más bello que puede pasar”, afirmaba, sugiriendo que incluso en los momentos de tristeza, siempre hay una razón para sonreír.
“Siempre que estén tristes, busquen algo de qué reírse y verán cómo cambia su vida como una sonrisa”.
A lo largo de su vida, Fabiola enfrentó múltiples desafíos de salud. En 2018, sufrió un grave episodio que la llevó a estar en coma durante casi un mes, tras desmayarse durante una grabación de Sábados Felices. Su estado crítico fue resultado de una desnutrición severa que afectó a todos sus órganos. A pesar de la adversidad, Fabiola nunca dejó de lado su pasión por la vida y el humor.
En una entrevista con Tropicana, compartió su experiencia de “visitar el inframundo”. Relató cómo, en ese momento crítico, sintió la presencia de ángeles que la guiaron de regreso a la vida. “Yo tengo un ejército conmigo, el más poderoso de todos se llama Metatron”, decía, hablando sobre su devoción por los ángeles. Según ella, estos seres celestiales la rescataron de un lugar de sufrimiento, dándole una segunda oportunidad para seguir compartiendo su risa y su luz con el mundo.
La experiencia cercana a la muerte fue transformadora. Mientras su esposo, el comediante Polilla, tomaba la difícil decisión de desconectarla, Fabiola sintió una conexión profunda con lo divino. “De pronto me hallé en un sitio lúgubre, donde había mucho sufrimiento”, relataba. En medio de ese tormento, su llamado de ayuda fue escuchado, y los ángeles aparecieron para devolverle la vida
“Me desconectaban a las 10:00 a.m. y cuando lo hacen, me reinicié sola, con ángeles de mi mano que me sacaron de allá”, recordaba, describiendo cómo los médicos se asombraron al ver que sus órganos comenzaban a funcionar nuevamente.
Un adiós a la Gorda Fabiola
La partida de La Gorda Fabiola deja un vacío inmenso en el corazón de quienes la admiraron y la amaron. Su legado va más allá de las risas; se trata de un mensaje de amor propio, resiliencia y la importancia de encontrar alegría en la vida, sin importar las circunstancias. La comediante nos dejó una lección invaluable: “La risa es la mejor medicina”. En cada chiste, en cada sonrisa, Fabiola vivirá eternamente en el recuerdo de todos aquellos que aprendieron a reír a su lado.
Hoy, mientras Colombia llora su pérdida, recordamos sus palabras y su inquebrantable espíritu:
“Solo querías reír”. Que así sea, Fabiola. Que siempre haya risas en el cielo.