Gustavo Petro le respondió a Antonio García, líder del ELN, quien aseguró que el proceso de paz sigue: “Estoy listo en mi oficina para entregarles la sotana del padre Camilo Torres”

El presidente Gustavo Petro se pronunció sobre una crítica escalada de violencia en el país, en una declaración dirigida a el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Petro asegura que el proceso de paz está en riesgo si la vida de los jóvenes y las familias vulnerables siguen siendo afectadas.

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El presidente Petro expresó que “se rompe un proceso de paz si se rompe la vida de los jóvenes y se hace sufrir a las familias pobres”, dejando en claro que la responsabilidad y la transparencia del ELN son cruciales para avanzar hacia la paz. Petro también destacó que “la paz es para gritarla y la violencia para enterrarla”.

Este mensaje resuena, desde su perspectiva, en un país marcado por décadas de conflicto armado, una nación que busca una verdadera reconciliación y un futuro mejor para sus ciudadanos. La situación es apremiante y se insta a que todos los actores involucrados se comprometan sinceramente con el proceso de paz.

En la publicación el presidente también uso un gesto de simbolismo histórico. Ofreció entregar la sotana del padre Camilo Torres Restrepo.

“Aquí estoy listo en mi oficina para entregarles la sotana del padre Camilo Torres Restrepo si están dispuesto a hacer de la vida de esta persona su bandera en el amor eficaz”, fueron las palabras del presidente.

Este sacerdote y guerrillero es una figura emblemática en la historia de Colombia porque abandonó el sacerdocio para vincularse a la guerrilla del ELN. Petro invita al ELN a adoptar el legado del padre Camilo, utilizando su vida como bandera en el llamado “amor eficaz”.

Esta acción de Petro tiene la intención de reforzar el compromiso del Gobierno con la paz y enviar un mensaje al ELN, instándolos a asumir una postura más constructiva y efectiva en su participación en los diálogos de paz.

La figura de Camilo Torres simboliza un puente entre la lucha armada y los esfuerzos por alcanzar un cambio social profundo, lo que Petro busca aprovechar para revitalizar el proceso de paz.

La respuesta del mandatario se da luego de que García publicara en su cuenta de X que el ELN también había sufrido ataques por parte de la fuerza pública y que no por eso el proceso de paz está roto.

El reciente atentado en Puerto Jordán, Arauca, ha intensificado la tensión entre el presidente Gustavo Petro y el comandante guerrillero del ELN, Antonio García. El ataque, perpetrado el 17 de septiembre de 2024 por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dejó dos soldados muertos y 27 heridos, generando una fuerte reacción tanto a nivel nacional como internacional.

El presidente Petro condenó enérgicamente el ataque, afirmando que esta acción “cierra un proceso de paz con sangre”. Petro ha sido claro en su rechazo a la violencia, asegurando que no se puede avanzar en un proceso de paz si continúan las pérdidas de vidas en enfrentamientos armados. Esta postura refleja su compromiso con la búsqueda de una solución pacífica y su desaprobación de cualquier acto de violencia que ponga en riesgo dicho proceso.

Por su parte, Antonio García, comandante del ELN, respondió a la suspensión del proceso de paz anunciada por Petro. A pesar del ataque, García insiste en que el proceso no se ha roto y puede continuar incluso en medio de la confrontación militar.

El atentado en Puerto Jordán ha puesto en tela de juicio el proceso de paz en Colombia. La comunidad internacional y diversos sectores nacionales han expresado su preocupación por el impacto de este ataque en las negociaciones de paz. La situación en Arauca es un reflejo de las complejidades y desafíos que enfrenta el país en su búsqueda de una paz duradera.

La tensión entre Petro y García se ha exacerbado debido a las posturas divergentes sobre el futuro del proceso de paz. Mientras el presidente condena la violencia y considera que esta acción cierra la posibilidad de paz, el comandante guerrillero insiste en que el diálogo debe continuar, incluso en medio del conflicto armado.

La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Colombia, esperando que se puedan encontrar soluciones que permitan retomar el camino hacia la paz.