La muerte de la comediante Fabiola Emilia Posada Pinedo, en la mañana del 19 de septiembre de 2024, conmocionó a todos sus fanáticos. Su trayectoria inició en la televisión y el teatro, pero uno de sus roles más icónicos fue en el programa de comedia Sábados Felices, donde su estilo y carisma la convirtieron en una figura muy querida por el público.
Su talento la llevó a realizar giras nacionales, haciendo reír al país en cada una de sus presentaciones. Sin embargo, no todas resultaban como esperaba, así como lo contó Nelson Polanía, conocido como Polilla, en una entrevista en el programa Los Impresentables, de la emisora Los 40.
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Polilla compartió una experiencia peligrosa que vivió junto a su esposa durante un show hace aproximadamente diez años. Al llegar al evento, se dieron cuenta de que los asistentes eran “comerciantes de alto riesgo”, lo que generó en ellos un momento preocupante: “Nos llamaron para una presentación hace como 10 años y cuando llegamos allá nos dimos cuenta de que eran comerciantes de alto riesgo”, expresó el humorista.
Además, relató que, al comenzar la presentación, notó comportamientos inusuales entre los asistentes, que comenzaron a beber en exceso. En un momento, dos personas iniciaron una pelea, pero el dueño de la fiesta le indicó que continuara con su actuación, asegurando que ese tipo de incidentes eran normales en esas celebraciones. La situación se tornó aún más alarmante cuando intentaron irse y descubrieron que habían bloqueado su vehículo con otros carros, impidiéndoles la salida.
El dueño del evento les ofreció pagarles por media hora adicional de show, pero Polilla y su esposa se sintieron cada vez más inseguros al ver personas armadas en el lugar. Finalmente, lograron escapar cuando el anfitrión se quedó dormido debido a la borrachera. Sin embargo, al subirse al carro, Fabiola se dio cuenta de que no habían cobrado por su presentación. A pesar de la insistencia del bogotano de irse sin el dinero, la samaria decidió regresar y cobrar lo acordado. Recibió dos fajos de billetes, pero el comediante se negó a aceptar su parte, considerando que el dinero provenía de una fuente dudosa.
Antes de alcanzar la fama como humorista, el bogotano estudió licenciatura en español, inglés y literatura, y trabajó como docente. También vendió zapatos y trabajó en una miscelánea, pero siempre tuvo claro que no quería quedarse detrás de un mostrador. Su sueño era ser abogado u odontólogo, pero las limitaciones económicas de su familia le impidieron seguir esos caminos. Finalmente, optó por estudiar en la Universidad Pedagógica Nacional tras ser aceptado tanto allí como en la Universidad Nacional.
Mientras que la gorda Fabiola no solo estuvo en la televisión, también incursionó en el cine y el teatro, demostrando su versatilidad como actriz. Además, intentó dar un paso en la política, postulándose como candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá, aunque no logró serlo. Posada, también trabajó como comunicadora social en el diario La República y la revista Contigo.
Fabiola Posada y Nelson Polanía protagonizaron una de las historias de amor más queridas de la televisión colombiana. Su relación, que comenzó en el programa de humor Sábados Felices, se consolidó a pesar de las críticas y las dificultades que enfrentaron a lo largo de los años. La pareja se casó en 2016, a pesar de que Polanía es diez años menor que Posada.
la historia de amor entre estos dos comediantes comenzó cuando el comediante, que competía por un lugar en el programa, se acercó a la samaria para pedirle permiso para hacer chistes sobre ella. Este gesto de honestidad cautivó a Posada, y así inició una amistad que con el tiempo se transformó en un amor profundo.
El primer paso hacia su relación sentimental lo dio el bogotano, que se arriesgó a invitar a Fabiola a cenar. Durante esa noche, el humorista le robó un beso, y desde entonces ambos supieron que estaban destinados a estar juntos. A partir de ese momento, comenzaron a compartir más tiempo juntos, saliendo a almorzar, caminando y repasando guiones, lo que fortaleció su vínculo.