Durante el transcurso del 19 de septiembre del 2024, se reportó que un estudiante de la Universidad del Atlántico supuestamente se lanzó de un quinto piso con la intención de quitarse la vida.
Hasta el momento, se desconocen las causas que lo llevaron a atentar contra su vida, pero no es la primera vez que un presunto caso de suicidio se lleva a cabo dentro de las instalaciones del plantel educativo. Ya serían tres casos registrados este año.
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El primer incidente ocurrió el 21 de febrero de 2024, cuando Adamaris Verdugo Almagro, egresada del programa de Contaduría Pública de la Universidad del Atlántico, falleció tras precipitarse desde el cuarto piso del bloque D de la sede norte en Puerto Colombia.
Las autoridades, junto con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), están investigando los detalles de este suceso. La universidad expresó sus condolencias y declaró un día de reflexión institucional, además de implementar protocolos de seguridad y ofrecer acompañamiento psicológico a los afectados.
El segundo caso se registró el 22 de agosto de 2024, cuando Julián C., estudiante de la misma sede, murió tras caer desde el sexto piso de uno de los bloques de la institución.
Testigos informaron que el joven fue trasladado a la Clínica Portoazul, donde llegó sin signos vitales y falleció minutos después. Este incidente también está bajo investigación, especialmente debido a unos mensajes de Whatsapp que el estudiante habría enviado momentos antes del suceso.
El tercer y más reciente incidente tuvo lugar el 19 de septiembre de 2024, cuando un estudiante de la Facultad de Ingeniería aparentemente se lanzó desde el Bloque A de la sede norte.
El joven fue trasladado de inmediato a la Clínica Portoazul, pero la universidad aún no ha emitido un comunicado oficial sobre este caso. Estos eventos han puesto de manifiesto la necesidad de reforzar los programas de apoyo psicológico y bienestar estudiantil.
La Universidad del Atlántico ha reiterado su compromiso con la salud mental de su comunidad, incrementando la disponibilidad de profesionales especializados y ofreciendo servicios de primeros auxilios psicológicos en la sala SAEC, ubicada en la oficina 301 del Bloque A de la sede norte. Además, se ha proporcionado un número de contacto (317 621 8394) disponible las 24 horas para aquellos que necesiten ayuda.
Estos trágicos sucesos han llevado a la suspensión de clases y la evacuación de estudiantes en varias ocasiones, reflejando la seriedad con la que la institución está tratando estos casos mientras se esperan más detalles de las investigaciones en curso.
La universidad ha hecho un llamado a la comunidad educativa para manejar la situación con respeto y evitar la difusión de material sensible relacionado con los hechos.
La administración de la Universidad del Atlántico ha manifestado su intención de implementar medidas más eficaces y rápidas para prevenir este tipo de tragedias, enfocándose en la identificación y tratamiento de estudiantes en riesgo, así como en la promoción de un ambiente universitario que apoye el bienestar emocional y psicológico de todos sus integrantes.
Ante estos tres casos, la comunidad educativa ha manifestado inconformidad, malestar y miedo, pues según han advertido en redes sociales, la continua repetición de estos hechos de presuntos suicidios, son particularmente extraños. Incluso han llegado a atribuirlos como hechos propios de manifestaciones esotéricas.
“Si estudias en la Universidad del Atlántico, retírate de esa mondá y estudia otra cosa en otro lugar. Allá está metido es como el diablo o alguna vaina loca. Otro Pelao´ se acaba de poner pausa en el plano terrenal, aunque aún sigue medio vivo...”, es solo uno de la decena de comentarios que se han podido registrar desde el segundo caso de presunto suicidio.