En septiembre, Barranquilla será el epicentro de una de las reuniones más importantes para el control fiscal en América del Sur. Durante el 23, 24 y 25 de este mes, la ciudad acogerá la XXXVII Asamblea de la Organización de Entidades Fiscalizadoras de los Países de América del Sur (Efsur), un evento que reunirá a altos representantes de las entidades fiscalizadoras de países como Colombia, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Venezuela, Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia.
El evento será liderado por la Contraloría General de la República de Colombia, que aprovechará la ocasión para abordar temas cruciales relacionados con la rendición de cuentas y el fortalecimiento de la gestión pública. Entre los principales puntos de discusión estarán la corrupción, la deforestación y la lucha contra el cambio climático, elementos que ganaron relevancia en los debates sobre la gestión de los recursos en la región. También se tratarán las políticas públicas de género, tema que se considera cada vez más fundamental en la evaluación de la administración pública.
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Uno de los aspectos más destacados será la presencia de figuras clave del control fiscal en el continente, como Dorothy Aurora Pérez Gutiérrez, contralora General de la República de Chile; Darwin Machado, vicepresidente del Tribunal de Cuentas de Uruguay; y María Graciela de la Rosa, auditora General de la Nación de Argentina y secretaria ejecutiva de Efsur. Estos líderes, junto con sus pares, trabajarán de la mano en la búsqueda de soluciones innovadoras para mejorar la transparencia en la gestión pública y enfrentar los desafíos que plantean fenómenos globales como la crisis climática.
“La Contraloría General de la República reafirma su compromiso con la transparencia y la buena gestión de los recursos públicos, y se honra en recibir a los representantes de Efsur para trabajar conjuntamente en la mejora de los sistemas de control fiscal en América del Sur”, señaló la entidad en un comunicado oficial.
En este sentido, el encuentro servirá para que los países compartan experiencias sobre cómo optimizar sus sistemas de fiscalización y combatir la corrupción, un mal que sigue afectando a muchos países de la región. Además de fortalecer la fiscalización y la eficiencia en la administración pública, uno de los objetivos principales del encuentro es fomentar la cooperación entre los países miembros de Efsur. La organización busca que, a través de estos espacios de diálogo y reflexión, se desarrollen mejores estrategias conjuntas para garantizar que los recursos públicos sean utilizados de manera efectiva y transparente.
Las ventajas de la reunión
La Asamblea de la Organización de Entidades Fiscalizadoras de los Países de América del Sur (Efsur), que se llevará a cabo en Barranquilla, tiene un gran impacto social para Colombia, ya que se centra en temas que afectan directamente la vida de los ciudadanos, como la corrupción, la transparencia en el manejo de recursos públicos y la lucha contra el cambio climático. La presencia de altos representantes de las entidades fiscalizadoras de diez países señala la importancia de mejorar la rendición de cuentas y la gestión pública, áreas que son cruciales para la confianza ciudadana en las instituciones.
Colombia, al ser anfitrión de este evento, refuerza su compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción, uno de los problemas más persistentes y que afecta profundamente el tejido social. La corrupción erosiona la confianza pública y disminuye los recursos destinados a servicios esenciales como la salud, la educación y la infraestructura, afectando principalmente a las comunidades más vulnerables.
Además, el debate sobre el cambio climático y la deforestación es de suma importancia en un país como Colombia, donde el daño ambiental tiene repercusiones directas en las comunidades rurales y en los esfuerzos globales por mitigar el calentamiento global.
Este encuentro ofrece una oportunidad para que Colombia lidere un diálogo en América del Sur sobre cómo fiscalizar de manera efectiva los recursos destinados a la conservación y el desarrollo sostenible, promoviendo así un impacto positivo en la calidad de vida de la población.