Después de que el Batallón de Artillería de Campaña N.º 18 del Ejército Nacional, situado en el corregimiento de Puerto Jordán, en el occidente del departamento de Arauca, fuera atacado con un vehículo cargado de explosivos por el ELN, dejando dos soldados muertos y 31 más heridos, las autoridades avanzan en la investigación del atentado terrorista.
En la zona se encuentran expertos forenses recogiendo evidencia sobre el tipo de explosivo utilizado, el trayecto de la volqueta usada para el ataque y una placa que quedó incinerada en la carrocería del vehículo.
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Según información revelada por El Tiempo, la placa correspondiente al automotor utilizado en el ataque es SKH389, una volqueta Ford modelo 1995, matriculada en la Secretaría de Tránsito y Movilidad de Zipaquirá (Cundinamarca).
Dentro de estos datos que aparecen en bases de datos oficiales y están en poder de los investigadores del caso, se conoció que el Soat está vigente, pero la revisión técnica mecánica está vencida desde el 2023. Además de un choque registrado en octubre de 2017 y dos propietarios.
Este mismo medio reveló que la volqueta está en poder de “una pequeña empresaria dueña de una fábrica de confecciones ubicada en Ubaté (Cundinamarca) y dedicada a la fabricación de uniformes de dotación. E incluso ha tenido como clientes a la Basílica Menor del Santo Cristo”, señaló la fuente.
La mujer confirmó que no tiene nada que ver con los hechos ocurridos y aseguró que ya interpuesto la respectiva denuncia en la Fiscalía General de la Nación. “Eso es una falsedad de documento. Y alguien se robó la base de datos e hicieron el atentado con esa tarjeta con una volqueta que no es de mi propiedad. Ya fui a la Fiscalía a colocar el denuncio”, contó al medio.
Finalmente, El Tiempo estableció que el vehículo tuvo dos traspasos - en 2007 y 2010- a nombre de la misma empresaria.
Víctimas en el atentado
El miércoles 18 de septiembre, el presidente Gustavo Petro visitó a los militares heridos en el atentado en Arauca. El mandatario llegó al Hospital Militar en Bogotá a las 9:50 a. m., donde sostuvo una reunión con la cúpula militar antes de encontrarse con los soldados hospitalizados.
El Ejército Nacional de Colombia identificó a los soldados fallecidos fueron Bayron Andrés Correa y Julián Patiño Arango, ambos profesionales en sus respectivos campos. La situación generada por el atentado llevó a 18 uniformados hospitalizados, de los cuales 13 se encuentran en estado estable, recibiendo terapia interdisciplinaria adecuada para las lesiones de tejidos blandos sufridas en combate.
Los otros cinco soldados están internados en la unidad de cuidado intensivo del hospital, donde reciben atención especializada para lesiones ortopédicas, de tórax y abdomen. Su pronóstico sigue siendo delicado y dependerá de la evolución de sus lesiones, según el último parte médico del centro asistencial.
Por otro lado, siete militares que no fueron trasladados a Bogotá y están siendo tratados en hospitales locales en Tame y Yopal, en el departamento de Casanare.
Responsables del ataque militar
Arturo Archila Rincón, identificado como Raúl o Nacho, es señalado como uno de los principales líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Su implicación en múltiples atentados, incluyendo el ataque en enero de 2019 contra la Escuela General Santander en Bogotá, ha sido confirmada por las autoridades.
Según información proporcionada por fuentes militares, las tropas reaccionaron rápidamente tras el reciente atentado, logrando la captura de dos sospechosos que huían en motocicletas. Estos individuos, identificados como escoltas de la volqueta desde la cual se lanzaron los explosivos, se encuentran ahora bajo custodia y enfrentan cargos por su participación en el ataque.
En un comunicado, el Ejército informó que el atentado se produjo en un momento y lugar diseñados para maximizar el impacto y el caos.
El historial de violencia de Archila Rincón es extenso. Además del ataque contra la Escuela General Santander, su nombre ha sido asociado con múltiples atentados que han provocado numerosas bajas entre la fuerza pública colombiana. La captura de sus colaboradores en el reciente ataque representa un golpe significativo contra el ELN, y se espera que las autoridades continúen desplegando operativos en la región para desmantelar completamente las estructuras terroristas bajo su mando.