Durante el auge de la guerra entre el cartel de Medellín y el Estado, los capos encontraron en el secuestro una forma de exigir al Gobierno nacional la prohibición de la extradición, siendo uno de los perjudicados por este accionar Francisco Santos, que el 19 de septiembre de 1990 fue privado de su libertad cuando trabajaba en El Tiempo.
Han pasado 34 años desde ese momento de la vida del exvicepresidente y ex embajador de Colombia en Estados Unidos, por lo que en diálogo con el medio argentino Crónica, Santos recordó los momentos de calvario e incertidumbre que vivió durante ocho meses.
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En primer lugar, Francisco Santos contextualizó a los periodistas sobre el momento en que se registró su secuestro y destacó que aún se sigue preguntando qué ayuda divina le permitió seguir con vida.
“Yo hice parte del grupo de periodistas que secuestró Escobar en los 90, cuando mataron 500 policías en Medellín, cuando Pablo Escobar ponía carrobombas para doblegar a la sociedad y como última etapa para acabar con la extradición, secuestró a los periodistas. Estoy vivo de milagro, porque la virgen me protegió”.
Debido a que en el país se han escrito múltiples libros sobre secuestro, Francisco Santos reveló que no ha leído ninguna de estas obras para no tener que recordar el tiempo que estuvo retenido.
“Yo, lo que pasa, es que mucho de lo que se escribe no lo miro, es una etapa que no quiero abrir, mejor dejarla enterrada, pero eso es algo que vivimos mucho en Colombia, tuvimos 3.000 secuestros al año y por eso formamos una fundación contra el secuestro”.
De la misma forma, aprovechó para cuestionar aspectos actuales del país, asegurando que, desde su opinión, lo que pasó en la constituyente en los 90 podría volver a registrarse en la actualidad.
“Me liberaron porque en ese momento había una asamblea constituyente, éramos ficha de cambio y Escobar logró comprar una parte de la constituyente, algo que está pasando ahora en el continente, Petro también lo está haciendo. Escobar Logró que en la asamblea prohibieran la extradición, Escobar manejaba Los Extraditables y ese era su objetivo”.
Sobre su día a día durante el secuestro, Francisco Santos indicó que no sufrió por falta de comida, pero que esto no hace que no hubiera sido algo que lo marcó de por vida.
“Era levantarse y no saber si la vida terminaba, estuve encadenado a una cama los ocho meses, pero fue un secuestro en el que uno pierde lo más importante, la libertad. Me dieron de comer, salí con el mismo peso porque me daban frijoles y mondongo todos los días. Finalmente, fue una lucha de supervivencia, que el ser humano sobrevive sobre el esfuerzo mental”.
A pesar de que han pasado más de 30 años desde su liberación, Santos afirmó que su círculo familiar sigue sin superar ese episodio de su vida, revelando que quiso ver una serie sobre Pablo Escobar, pero su hijo no lo permitió.
“Uno nunca supera, es como una herida cerrada, pero que se abre fácilmente, es una herida que está ahí en el círculo más cercano, cuando salió la serie de El Patrón del mal, le dije a mi hijo ven lo miramos y me dijo, “Yo no voy a mirar nada sobre la persona que casi me deja sin padre”, entendí que no es una herida sanable, uno lo administra y lo esconde”.
Por último, recordó que Pablo Escobar le entregó una carta durante su secuestro, la cual lo sorprendió por lo bien escrita que estaba; también mencionó que estuvo a punto de entrevistar al capo años después, pero le pidieron que no lo hiciera por miedo a represalias.
“Yo estuve en Bogotá, en un cuarto donde no me moví. Nunca estuve con él, una vez, me escribió una carta, veo la carta y yo soy editor, a mi esposa le devolvía las cartas editadas y cuando leí la carta, no vi un problema de sintaxis, le dije a la persona que no lo escribió Escobar, pero sí, tenía una sintaxis perfecta, pero me la hicieron quemar”, puntualizó Francisco Santos.