Francia Márquez Mina alzó la voz contra el reciente ataque en Arauca, perpetrado por la guerrilla del ELN. El incidente, que dejó dos militares muertos y 27 heridos y que ha estremecido a la comunidad y sus alrededores, remarca la continua violencia en la región, a pesar de los esfuerzos por la Paz Total que impulsa el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
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Márquez Mina, quien también funge como ministra de Igualdad y Equidad, destacó su rechazo a la violencia durante declaraciones recientes. “Es incomprensible que la respuesta sea con terror y sangre”, afirmó, enviando sus condolencias a las familias de las víctimas y destacando el impacto profundo que ha tenido este acto de violencia.
El Gobierno de Petro delineó una hoja de ruta para alcanzar una paz duradera en Colombia, buscando negociar con los grupos armados ilegales. No obstante, este ataque en Puerto Jordán, en el departamento de Arauca, deja al descubierto las dificultades de este proceso y la persistencia de la violencia en ciertas zonas del país.
La vicepresidenta Márquez Mina hizo un llamado a la reflexión y a la unidad para lograr una sociedad sin conflictos armados. “Basta ya de sembrar violencia”, enfatizó, instando a la construcción de puentes y al diálogo como herramientas fundamentales para alcanzar la paz.
El ataque del ELN no solo ha afectado a las Fuerzas Militares, sino que ha dejado una cicatriz en la comunidad y ha elevado las tensiones en la región. La insistencia del Gobierno en buscar soluciones pacíficas choca con la obstinada respuesta de quienes continúan optando por la violencia.
El escenario de Arauca es solo uno de los muchos que refleja la complejidad de la situación en Colombia. Con la estrategia de Paz Total, el Gobierno se enfrenta a desafíos constantes, ya que grupos armados ilegales, como el ELN, persisten en utilizar métodos violentos que retardan el progreso hacia una paz integral.
Durante los últimos meses, la región de Arauca ha sido testigo de varios actos de violencia que han puesto en jaque la estabilidad y seguridad del área. Estos incidentes muestran la necesidad de un esfuerzo constante y concertado para consolidar la paz y proteger a las comunidades afectadas.
El compromiso de la vicepresidenta Márquez Mina, así como del Gobierno de Petro, se centra en persistir en la búsqueda de un entorno en el que prevalezca la seguridad y el bienestar para todos los colombianos, enfrentando y superando los obstáculos que presentan los grupos armados.
En este contexto, la postura del Gobierno y sus acciones futuras serán cruciales para determinar el rumbo del proceso de paz y la posibilidad de alcanzar una estabilidad duradera en todo el país. La situación en Arauca es un recordatorio de que, aunque el camino hacia la paz es difícil y complejo, es una meta que vale la pena perseguir con firmeza y determinación.
“Nuestro Gobierno, con el firme liderazgo del Presidente Gustavo Petro, ha sido de mano tendida para los grupos armados ilegales, en busca de consolidar la paz total en el país. (...) Es momento de permitirle a Colombia vivir en paz”, finaliza el comunicado.
El atentado en Arauca
Cuatro soldados resultaron gravemente heridos y otros catorce están siendo evaluados en diferentes centros asistenciales tras el ataque perpetrado por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Arauca, Colombia. Este violento episodio tuvo lugar en la base militar ubicada en Puerto Jordán.
El atentado, que dejó un saldo fatal de dos militares muertos y otros 27 con lesiones de diversa consideración, fue ejecutado mediante el uso de artefactos explosivos conocidos como “tatucos”, informó el Ejército de Colombia. Este devastador acto genera un nuevo pico de tensión en una región históricamente afectada por el conflicto armado.
Momentos después del ataque, imágenes capturadas por los propios soldados heridos mostraron escenas de desesperación y dolor, en las que se escuchaba a algunos pidiendo ayuda y que les aflojaran las botas dado que no sentían sus extremidades, según reportaron diversas fuentes.
Tras el atentado, Gustavo Petro anunció la finalización de los diálogos de paz con el ELN, mostrando la necesidad de nuevas estrategias para abordar el conflicto con este grupo guerrillero. Las fuerzas del orden han procedido a la detención de dos individuos presuntamente involucrados en el ataque, aunque las investigaciones continúan en busca de más responsables.
El impacto de la violencia en regiones como Arauca no solo se mide en cifras de heridos y fallecidos, sino también en la interrupción de la vida cotidiana de sus habitantes y en el elongado sentimiento de inseguridad.
La base militar en Puerto Jordán, que ha enfrentado varios desafíos en el pasado debido a su ubicación estratégica, se convierte así en otro escenario de los persistentes enfrentamientos entre fuerzas militares y grupos armados irregulares en Colombia.