En España, un país que durante las últimas décadas se ha convertido en un destino para miles de migrantes en busca de mejores oportunidades, una realidad oculta y alarmante continúa siendo motivo de preocupación: el alto porcentaje de mujeres en situación de prostitución.
Un reciente estudio del gobierno español revela datos preocupantes sobre la magnitud de este fenómeno, particularmente en relación con las mujeres migrantes, referenciando a las colombianas como el grupo más numeroso dentro de las mujeres latinas que se encuentran en esta situación.
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El informe titulado “Macroestudio sobre trata, explotación sexual y prostitución de mujeres: una aproximación cuantitativa”, elaborado por el Gobierno español, expone que al menos 114.576 mujeres se encuentran actualmente en situación de prostitución en España.
De estas, un 51 % se describen a sí mismas como “latinas” en los anuncios publicados en páginas web que ofrecen servicios sexuales. Este estudio, pionero en Europa según las autoridades, ofrece una radiografía detallada de un problema que afecta de manera desproporcionada a mujeres migrantes, principalmente de América Latina.
Los datos indican que, además del 51 % de mujeres latinas, un 16 % de las mujeres en situación de prostitución son europeas, mientras que un 29 % no especifica su origen en los anuncios.
El informe resalta cómo este fenómeno afecta especialmente a mujeres jóvenes y migrantes, quienes, en muchos casos, llegaron a España con la esperanza de encontrar un trabajo digno, pero terminan siendo atrapadas en redes de explotación sexual o, en el peor de los casos, víctimas de trata.
Uno de los aspectos más alarmantes del macroestudio es que el 80 % de las mujeres que publican anuncios de servicios sexuales podrían estar en riesgo de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual. Este dato revela la fragilidad en la que se encuentran muchas de estas mujeres, que, al llegar a España, se ven expuestas a redes criminales que se aprovechan de su situación de vulnerabilidad.
Dentro de este 80 %, el estudio identifica que un 8,5 % de las mujeres se encuentran en un “riesgo alto” de explotación sexual. Este grupo, que suma aproximadamente 9.764 mujeres, se enfrenta a condiciones de vida extremadamente precarias y peligrosas, donde su libertad y autonomía están completamente comprometidas.
Un dato revelador del macroestudio es que las mujeres colombianas constituyen el grupo más numeroso entre las que se encuentran en situación de prostitución en España. Según las cifras, el 28,3 % de las mujeres que se dedican a esta actividad en el país son de origen colombiano, superando a las mujeres españolas (13,5 %), brasileñas (4,98 %) y venezolanas (4,86 %).
La migración de mujeres colombianas a España ha sido significativa en las últimas décadas, motivada por la búsqueda de mejores oportunidades laborales y condiciones de vida. Aunque el macroestudio muestra cómo muchas de estas mujeres, al llegar al país, se ven atrapadas en situaciones de explotación sexual, en ocasiones debido a engaños o promesas de empleo que nunca se materializan.
El estudio destaca que el 28 % de las mujeres en prostitución tienen entre 18 y 24 años, lo que resalta la vulnerabilidad de las jóvenes migrantes, quienes a menudo carecen de redes de apoyo y se encuentran en condiciones económicas precarias.
Uno de los aspectos más complejos de abordar en la problemática de la prostitución es si las mujeres que se encuentran en esta situación llegaron a España con pleno conocimiento de que se dedicarían a este trabajo. Según la asociación “In Género”, especializada en la lucha contra la trata de seres humanos, un 63,2 % de las mujeres migrantes encuestadas afirmó que llegaron a España con un objetivo distinto al de dedicarse a la prostitución, mientras que un 36,8 % sí sabía que lo haría.
Estos datos reflejan la complejidad de la situación. Muchas mujeres migrantes llegan a España con la esperanza de encontrar trabajo en sectores como el servicio doméstico, la hostelería o el comercio, pero las difíciles condiciones económicas y la falta de oportunidades las empujan hacia la prostitución. Otras, en cambio, son engañadas desde sus países de origen con falsas promesas de trabajo, y una vez en España, se encuentran atrapadas en redes de trata que las obligan a prostituirse bajo amenazas y coerción.