El 66% de los hogares colombianos percibe una disminución en sus compras, según el más reciente informe de la firma Raddar. Este hallazgo se destaca en un contexto en el que las señales de la economía son positivas, pero el consumo muestra signos de desaceleración.
El estudio revela que los hogares con ingresos bajos están enfrentando una situación difícil para mantener sus niveles de compra. En junio de 2024, apenas el 6,08% de estos hogares reportó haber comprado más que el mes anterior, mientras que un significativo 66,22% afirmó que compró menos, y el 27,7% no vio cambios en su nivel de adquisiciones.
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En los hogares de ingresos medios, la tendencia es similar. Solo el 4,94% de estos hogares adquirió más bienes que el mes previo, con el 62,16% reportando una disminución en sus compras y el 32,91% señalando estabilidad en sus adquisiciones.
Los hogares con ingresos altos no se quedan atrás en esta percepción de limitación en el consumo. Un robusto 73,64% de estas familias sintió que compró menos en junio en comparación con mayo. Por su parte, el 5,12% indicó que adquirió más cosas, mientras que el 21,24% consideró que sus compras permanecieron constantes.
El estudio también profundiza en los perfiles de compradores en el presente contexto socioeconómico. Raddar identificó que el 62,61% de los consumidores se ven a sí mismos como cazadores de promociones, un 18,82% se considera cazador de oportunidades, y un 18,56% se identifica como cazador de valor. Este comportamiento de búsqueda de ofertas y maximización del valor refleja la adaptación de los consumidores ante la situación económica actual.
“Las mujeres son quienes están buscando más descuentos y promociones, mientras que, los hombres, si bien han ganado participación, no superan la dinámica de 2023, lo cual podría deberse a menores frecuencias de compra y una mayor búsqueda de valor, por ejemplo, en el caso de la moda”, detalló el reporte.
La adaptación de las marcas a las preferencias y posibilidades de sus consumidores es uno de los grandes retos que evidencia el reporte. Las marcas deben ajustar sus estrategias para capturar la atención y fidelidad de sus clientes en un mercado restringido.
“Esto podría deberse al crecimiento del cazador de oportunidad y posteriormente de valor, que ha tomado importancia en los últimos meses, lo que a su vez podría trasladarse en los tipos de consumidores, en donde al revisar los últimos meses, se evidencia la mayor participación de un consumidor aprendiz, este busca aprender del servicio o del producto, comprenderlo o incluso compartir su experiencia. Estos consumidores en formación se mueven rápidamente entre categorías, pudiendo aprovechar donde hay promociones, pero generando un mayor vínculo en donde la propuesta de valor le satisfaga”, añade el documento.
El estudio también muestra una creciente preferencia de los consumidores colombianos por el modelo de hard discount (es decir un tipo de establecimiento minorista que vende solo o muy mayoritariamente marcas propias de productos de bajo precio y gran consumo, lugares como D1, Ara, Isimo, etc., son ejemplos claros), mismo que se ha incrementado en el periodo comprendido entre enero y mayo de 2024. Durante este tiempo, el 14,71% de las misiones de compra se realizaron en tiendas de descuento duro, marcando un aumento de 1,95 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Según el estudio de Raddar, aunque los consumidores buscan nuevos momentos de consumo, la incertidumbre económica los ha llevado a recurrir a experiencias de compra más tradicionales. “Ante la reactivación, el consumidor pide vivir en lo híbrido: entre lo viejo y lo nuevo, mientras que busca volver a 2019″, destaca el informe.
Además, el mismo análisis señala que las grandes superficies representan el 9,68% de las misiones de compra en el mismo período entre enero y mayo de 2024. Estos datos reflejan una diversidad en las preferencias de compra de los consumidores, que oscilan entre las opciones de hard discount y grandes superficies.
El informe también evidencia un cambio en la oferta y demanda, en el contexto actual. La gente muestra un interés renovado por productos y servicios que les rememoren tiempos más estables. Sin embargo, los consumidores también exhiben una demanda de innovación que no siempre es satisfecha, según se detalla en el análisis de Raddar.
Otra observación interesante del estudio es que el consumidor colombiano intenta navegar entre lo novedoso y lo familiar en su hábito de compras. Esto refleja un comportamiento híbrido, donde aún se valora la costumbre, pero también se explora lo nuevo, buscando balance y opciones de ahorro.
La desaceleración del consumo, observada en estas cifras, contrasta con las “buenas señales” económicas mencionadas, indicando un posible desajuste entre la percepción económica general y la realidad en el ámbito del consumo doméstico.
Este panorama desafiante resalta la necesidad de estrategias más focalizadas para alinear las ofertas de las marcas con las expectativas y capacidades de consumo de los distintos segmentos de la población.