Atentado terrorista en Arauca, docente relató cómo lo vivieron en una escuela cercana al batallón de Puerto Jordán: “Fue un momento de pánico”

Durante la mañana del martes 17 de septiembre, el grupo armado ELN se desplazó y atacó el puesto de mando del Batallón de Artillería de Campaña N.° 18 del Ejército Nacional, situado en el corregimiento de Puerto Jordán, en el occidente del departamento de Arauca, y que dejó dos soldados muertos y 26 más afectados.

En inmediaciones al Batallón, se encuentra la Institución Educativa Promoción Agropecuaria, donde estudiantes y docentes, cerca de las 11 de la mañana vivieron momentos de angustia ante la detonación.

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Una de las profesoras que estaba en el colegio contó su experiencia: “Se escuchó una detonación muy suave. En primer momento, pensamos que eran polígonos, muy frecuentes, pero al cabo de unos segundos se empezó a escuchar mucho más fuerte”.

La magnitud de las explosiones fue tan fuerte que hizo vibrar techos, puertas y ventanas de todos los bloques del colegio, reveló la docente. “La incertidumbre y el miedo dominaron el ambiente. Fue un momento de pánico, uno no sabe qué hacer ni qué directriz dar”, agregó.

La situación se agravó cuando los padres, al percatarse del peligro, acudieron desesperados por sus hijos. “Los padres llegaron corriendo a llevarse a sus hijos; se les hizo saber que no fue dentro del colegio, sino en la base”, explicó la profesora.

El Ejército Nacional de Colombia denunció ante la opinión pública estos hechos, informando que el ataque se perpetró con artefactos explosivos improvisados que cayeron a tan solo 900 metros de la escuela en cuestión, donde había más de 300 niños y niñas estudiando.

Reportes preliminares indicaron además que al menos cinco menores se desmayaron tras la detonación de los explosivos y los padres de familia entraron en pánico. “Nuestras tropas continuarán en el desarrollo de operaciones militares ofensivas para proteger a las comunidades”, precisó la institución.

El atentado, perpetrado cerca de un colegio, no solo causó víctimas entre los militares, sino que también puso en riesgo la vida de numerosos niños, una clara violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, denunció la Octava División del Ejército.

Los uniformados que perdieron la vida fueron identificados como los soldados profesionales Bayron Andrés Correa y Julián Patiño Arango, según informó el Ejército Nacional de Colombia. Los 18 militares que requirieron atención especializada ya se encuentran en Bogotá, en la sede central del Hospital Militar.

De los 18 pacientes recibidos, tres necesitaron cirugía de emergencia, uno fue trasladado a cuidados críticos y los 14 restantes están bajo observación estrecha y valoración multidisciplinaria en urgencias, en condiciones estables, informó el centro asistencial en un comunicado. Se tuvo que activar el protocolo de atención para varios pacientes debido a la emergencia provocada por la acción en el oriente del país.

Los otros siete militares que no fueron trasladados a Bogotá están siendo atendidos en los hospitales de Tame y de Yopal, en Casanare.

Arturo Archila Rincón, conocido como Raúl o Nacho, es señalado como uno de los principales cabecillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo guerrillero colombiano con una larga trayectoria de actividades violentas. Su implicación en múltiples atentados, incluyendo el ataque en enero de 2019 contra la Escuela General Santander en Bogotá, ha sido confirmada por las autoridades.

Según las informaciones brindadas por fuentes militares, las tropas reaccionaron rápidamente, logrando la captura de dos sospechosos que huían en motocicletas. Estos individuos, identificados como escoltas de la volqueta desde la cual se lanzaron los explosivos, se encuentran ahora bajo custodia y enfrentarán cargos por su participación en el ataque.

En un comunicado, el Ejército informó que el atentado se produjo en un momento y lugar diseñados para maximizar el impacto y el caos. La rápida respuesta de las fuerzas militares permitió la detención de los dos presuntos responsables, si bien la situación en la zona sigue siendo crítica.

El historial de violencia de Archila Rincón es extenso. Además del ataque contra la Escuela General Santander, su nombre ha sido asociado con múltiples atentados que han provocado numerosas bajas entre la fuerza pública colombiana.

La captura de sus colaboradores en el reciente ataque representa un golpe significativo contra el ELN, y se espera que las autoridades continúen desplegando operativos en la región para desmantelar completamente las estructuras terroristas bajo su mando.